NUEVOS TIEMPOS

9 September 2007 | Por | Categorías: Comentarios, General

Después de casi un mes de inactividad más o menos forzada 360º de Separación vuelve a ponerse en marcha. Un mes en el que por aquí no dejó de sonar la música pero, si cabe, un mes donde todavía se pensó más que nunca en la música, en el pasado y en los nuevos tiempos. En definitiva, un mes de crisis del que salimos con las ideas más claras que nunca y con la seguridad (¡tarde piaches!, que diría un gallego) de que el mundo, al menos mi mundo musical, ha cambiado, y de que ha llegado la hora de cambiar radicalmente de forma de actuar, aunque con ello ayudemos a escribir el epitafio de una industrial musical que está llamada a cambiar radicalmente si quiere, y si puede, sobrevivir.

Algunos, quizás los más jóvenes, de los que estáis leyendo estas líneas debéis de estar pensando que voy a llegar con un gran retraso, y que hablar a estas alturas de crisis y nuevas maneras de ver el negocio musical es absurdo puesto que parece que la era del mp3, los P2P y hasta Last.fm hubiera sido siempre la nuestra. Pero recordad que algunos aún siendo jóvenes, somos de esa “vieja escuela” que conoció el vinilo antes que cualquier formato digital. Algunos hemos empleado, y todavía seguimos haciéndolo, mucho tiempo en rastrear entre cubetas llevas de polvo a la búsqueda de algún pequeño 7” que faltase en nuestra colección, y de este modo recordamos esos años con un romanticismo y simpatía que las nuevas tecnologías, por muchas ventajas que aporten, nunca podrán sustituir.

Pero lo cierto es que el presente no es la del vinilo si no del Cd o, más concretamente, del mp3. Un formato profano al que algunos tenemos mucho que criticar, pero aún más que agradecer. Por una parte nos ha hecho la vida benditamente imposible, el que hace unos años llegara a la conclusión de que compraba más música de la que era posible asimilar, todavía se sentirá más perdido ante la desmesurada oferta musical que el mp3 y los P2P nos ofrecen. Pero de igual modo nos ha acercado la posibilidad de descubrir y seleccionar nuevos grupos y discos para así poder realizar nuestras compras de manera más lógica….el problema es que aquí muchos hemos fallado, los más jóvenes, aquellos que no le dan valor al anterior formato físico que contenía las canciones puesto que han “nacido” musicalmente con el Ipod como el formato rey, se resisten a comprar un solo disco, mientras que en el lado contrario nos encontramos con aquellos amantes de los discos a los que el mp3 todavía les hace comprar más música que antes. Personalmente hace ya bastantes años que una sensación de permanente insatisfacción me había invadido, convirtiendo la continua recepción de los paquetes postales repletos de discos en una rutina que guardaba poca o ninguna dosis de la excitación que estos envíos encerraban. Así que durante las últimas semanas había decidido cambiar de una vez por todas, dejar de comprar discos y solo hacerlo cuando realmente mereciese la pena, muchas veces había hecho la misma reflexión pero esta vez estaba decidido a que no llegase fin de año y me diese cuenta de que en total había comprado más de un disco al día.

Estando embarcado en semejantes pensamientos regresé de vacaciones y me topé con el mensaje que un amigo enviaba a una lista de correo y que en pocas palabras resumía eso a lo que tantas vueltas le había dado desde hace tanto tiempo. Me permito la libertad, aún sin consultarle, de pegar aquí parte del contenido de ese mensaje:

“Hola a todos!

Creo que ya lo he dicho alguna vez, pero con esto de las nuevas
tecnologías el concepto de “tener un disco” está cambiando su
significado, por no decir que en algunos contextos se está empezando
a quedar desfasado.

En los tiempos del mp3 y de las redes P2P eso de “tener un disco”
significa poco. Hay chavales de 15 años que tienen montones de GB en
discos bajados del eMule de los que no han escuchado ni la cuarta
parte. Es como si no los tuvieran.

Hay discos que son más o menos difíciles de encontrar y que gracias a
Internet uno puede tener, disfrutar, querer y sentir que han entrado
a formar parte de su vida. Hay otros que uno se compra un día en la
tienda y después se arrepiente: malas canciones, un folleto cutre sin
fotos ni letras ni ná, …, acaban olvidados en el estante, es casi
como no tenerlos.

Los que escuchamos música en un ordenador fuera de casa vivimos otras
situaciones curiosas: en ocasiones nos apetece escuchar un disco que
tenemos porque nos lo hemos comprado pero descubrimos que es más
rápido bajárselo como si no lo tuviésemos que esperar a llegar a casa
para escucharlo.

Esta anécdota creo que ya la conté en alguna ocasión: cierta vez me
entraron ganas de reescuchar a los Pixies pero tenía los CDs en casa
de mis padres. Ya me había pasado más veces con otros discos, así que
el fin de semana cuando fuese allí los traería para ripear. Entonces
caí en la cuenta que terminaría antes bajándomelos del eMule que
esperando a que llegase el fin de semana. Además así no tendría ni
que ripearlos. Y así fue.

Otra, esta sí que la conté antes: una vez me encontré de oferta los
dos primeros CDs de Roxy Music a muy buen precio en la tienda, así
que me los compré. Para mi sorpresa los CDs venían con protección
anticopia y no podía reproducirlos en el lector del PC. Después de un
tiempo investigando cómo saltarme la protección para poder
escucharlos
(llegué a preguntar en esta lista) decidí dejar de perder el tiempo y
me los bajé de internet para poder escucharlos.

Ahora que el ancho de banda crece cada vez más, cuando te dicen el
nombre de una canción y en ese mismo instante puedes ir al YouTube a
escucharla y ver el vídeo, ya no hacen falta ni los mp3 para escuchar
los discos…..”

El mensaje, aún en su brevedad, contiene acierto tras acierto. Durante años reconozco haber mirado con cierto recelo e incluso estúpida sensación de superioridad (sé que muchos comparten este pensamiento, aunque nunca lo reconocerían) a todos esos chavales que guardaban cientos de gigas de música en su ordenador, cuando en realidad yo me encontraba en la misma situación, año tras año comprando más discos de los que podía escuchar como es debido. Obviamente la relación que me unía a los discos y su compra era, por cuestiones de edad, radicalmente distinta a la que esos chavales podían cultivar, pero estoy seguro de que de haber estado en su caso hubiera actuado de igual manera, de hecho mientras que compraba discos sin cesar también acumulaba música en el ordenador.

Pero lo que más me hizo pensar del citado mensaje es el siguiente comentario: “Hay otros (discos) que uno se compra un día en la tienda y después se arrepiente: malas canciones, un folleto cutre sin fotos ni letras ni ná, …, acaban olvidados en el estante, es casi como no tenerlos.” Supongo que aquí hemos pecado muchos, confieso tener un buen número de discos que “es casi como no tenerlos”, muchos no son malos discos, simplemente están en la media, y rara vez se ponen en el reproductor ante la cantidad de discos que demandan ser escuchados. Pero el caso más sangrante es el de esos discos, y aquí habría que lapidar a más de una discográfica que merece desaparecer, que no aportan absolutamente nada a la versión en mp3 del mismo; sin información, feos diseños, cajas de plástico que facilitan la edición y amarillean con el tiempo………..todos esos discos guardan polvo en alguna estantería, y efectivamente es como no tenerlos y tan solo roban el espacio que otros debieran ocupar.

Y bueno, hasta aquí hemos llegado, creo que lo mío no es más que un pequeña moneda que dejarán de embolsarse los sellos discográficos, sellos que por otra parte son en su mayoría independientes y merecedores (unos más que otros) de un respeto que no guardo para otras casas que trabajan de una manera más mercantilistas. Pero estoy seguro de que no seré el único que ha llegado a la misma conclusión, que de una vez por todas hay que aprovechar las ventajas de las nuevas tecnologías, que han llegado y ya no nos abandonarán, para comprar tan solo aquellos discos que son realmente merecedores de estar con nosotros para siempre, sin que importe lo subjetivo que este concepto pueda llegar a ser. No sé cuántos pueden ser estos discos, y está claro que cuando se cruce un vinilo (estos juegan otra liga) en mi camino siempre vendrá a casa conmigo, pero estoy seguro de que a partir de ahora mi discoteca volverá a reportarme las satisfacciones olvidadas de los años de estudiante, cuando uno no podía permitirse comprar más que tres o cuatro discos al mes y las compras debían de ser siempre aciertos.

Hasta aquí el primer comentario de la nueva temporada, en esta ocasión no hay disco que echarse al oído, tan solo una reflexión en voz alta con la que algunos se sentirán identificados y muchos quedarán extrañados ante la idea de que se pueda perder el tiempo en estos pensamientos. Solo puedo decir que adoro la música tanto como el momento en el que me di cuenta de que iba a mantener con ella una relación para toda la vida, y como toda relación, ésta pasa por muy diversas fases. Me da la impresión de que comprar un disco va a volver a tener el sentido y significado que tuvo en su día.

Saludos,
Manuel Soleado

No comments
Deja un comentario »

  1. yo ya hace cosa de un año tomé varias determinaciones, básicamente forzado por el cierre físico y en lenta agonía de las tiendas de discos en madrid:

    1 Comprar única y exclusivamente aquellos discos para mí imprescindibles y siempre que existiera edición en vinilo, comprar vinilo.
    2 El resto de discos menos imprescindibles esperar a que fueran cayendo en las numerosas tiendas cd`s de 2ª mano de madrid
    3 Pruebas, experimentos y discos menos interesantes acudir exclusivamente al P2P.

    …ayer pasé por delante de una de las tiendas de La Metralleta y….ha cerrado!!!!!!!!!!!!!!! Así que me parece que los puntos 1 y son se van al garete y me abono al P2P

  2. Hola Juan,

    Bien, ya apuntaba en el comentario que los vinilos juegan en otra liga completamente distinta a los cd’s. Vinilo supongo que seguiré comprando al mismo ritmo que hasta ahora, es decir, siempre que pueda. La sensación de poner un vinilo, y el “cuerpo” de su sonido es algo incomparable y es una sensación que un formato sin “alma” como el cd nunca ha podido transmitirme. Será por eso que le tengo tanto cariño a mi colección de vinilos y tan poco a los cd’s.

    Yo creo que voy a dar una vuelta de tuerca más a tu reflexión de hace un año, en cd SOLO voy a comprar lo que considere imprescindible. Sean 100, 50 ó 10 cd’s al año…..en cualquier caso serán muchísimos menos que en la actualidad.

    Un abrazo,
    Manuel Soleado

  3. Hola Manuel

    Como bien dices, el problema está en que tenemos demasiados discos, y ya sea en formato tradicional o en mp3, la saturación consigue que no valoremos tanto las cosas, nos pasa como a los niños de hoy en día, que tienen todos los juguetes del mundo y no los aprecian.

    Recuerdo que mis primeros discos me los conocía de memoria, eran auténticos tesoros para mí, mientras que ahora al buscar entre mis discos encuentro algunos que ni sabía que tuviese.

    En cuanto a lo de los vinilos, tienes razón, es otra historia, da gusto tan solo con verlos.

    Pues nada, que aguantes ahí comprando lo imprescindible, que también te lo agradecerá tu economía 🙂

    Saludos

  4. Bienvenido Manolo, creo que Lito tiene mucha razón, ante la saturación de discos y mp3, terminamos por no valorarlos. Hace 15 años te llegaba un paquetito con 3 o 4 singles y estabas emocionado durante un mes escuchandolos y DISFRUTANDOLOS, ahora puedes comprar tacos de CDs de oferta o bajarte discografias enteras y los tienes muertos de risa sin escucharlos. Yo voy a seguir comprando lo que pueda, bien por coleccionismo, bien por que el disco este barato y sobre todo por que haya algo que me interese mucho. Y coincidiendo con todos, los 7″ siempre tendrán un rincón especial en mi colección, algo insustituible.

    saludos,

  5. Hola Lito,

    Pues sí, echas un vistazo a tu colección y encuentras discos que no sabías que tuvieses, otros de los que has comprado dos y hasta tres copias :-)….y por supuesto, discos repetidos en vinilo y cd, esos a montón por culpa de las reediciones que se sacan los sellos de la manga.

    Una colección no debiera de valorarse por su tamaño, si no por su calidad, y nosotros a fuerza de querer abarcar más de lo que es humanamente posible estamos bajando (al menos yo) el nivel de nuestras discotecas. A esto es a lo que quiero ponerle fin.

    En cuanto al tema económico, no es cuestión de tomarselo tampoco a la ligera, si los fumadores cuando dejan el hábito empiezan a sumar la pasta que se ahorran, yo ya estoy empezando a pensar en los nuevos patines, la bici o el nuevo Ipod que van a caer, habrá que ir pensando por dónde empezar 🙂 El dinero en el banco no hace nada jajajaja

    Saludos,
    Manuel Soleado

  6. Hooola Alex,

    Yo recuerdo que hace 15 años TODOS los días llegaba a casa nervioso por ver si había llegado el paquete de discos que estaba esperando. A veces hasta me iba a Correos a preguntar si no me había llegado un paquete, e incluso una vez le pedí al cartero del pueblo que abriese la oficina un Sábado por la tarde porque sabía que tenían un paquete con unos 7″s que había llegado allí el Viernes 🙂 Últimamente no había semana que no llegaran dos o tres paquetes a casa, y algunos todavía los tengo sin abrir, muy triste…..

    Yo seguiré comprando discos por espíritu coleccionista o porque los considere imprescindibles. Pero he dejado de pillarlos sólo porque estén baratos, da igual lo que cuesten, si luego no voy a escucharlos qué importancia tendrá que me hayan costado 50 peniques…..

    Saludos,
    Manuel Soleado

  7. Yo sigo comprando muchísimas cosas… unas más interesantes que otras … pero siempre que puedo tiro de Internet para echarle una ojeada y no darme un susto, porque hay una cantidad de morralla encubierta alucinante!

    Así y todo, será que lo mio llega ya al colmo del oscurantismo, pero el 95% de lo que compro físicamente no lo encuentro en programas P2P estándar (ponte a buscar discos de Rev-Ola o de sellos de estos especializados en reediciones chulas, etc, y verás que NO encuentras nada)

    Por lo demás, doy las gracias a Soulseek y similares por mostrarme la cantidad de grupos “de moda” que considero inaguantables y por no haber picado en muchas ocasiones si me hubiera fijado en las fotos y en los artículos de las revistas musicales.

    Pero aún mantengo intacto el placer de entrar en tiendas de discos, de rebuscar por las cubetas, de pedir joyas por correo, el nerviosismo que me entra cuando tardan en llegar, la alegría cuando llegan, abrir el paquete, ver las portadas, ponerlo en el reproductor, mirar el libreto, etc, etc …

    Por mucho que las tiendas desaparezcan (Yunke en Madrid es la última en caer), siempre nos queda el pésimo servicio de Correos.

    En Madrid parece que la cosa está yendo en picado, y las tiendas que quedan están desabastecidas o especializándose en demasía, lo que hace que el mercado se segmente y que se pierda la gracia de las cubetas de promos a buen precio. Claro que, ante eso, yo no encuentro el formato digital como alternativa, ya que elimina el encanto de salir, buscar, encontrar, traer, admirar, etc … cuando ese proceso merece la pena, claro está …

    En fin, que la cosa está chunga. Muy chunga.

  8. Hola Federica,

    De todo lo que comentas, decir que envidio profundamente que sigas conservando la ilusión en el proceso de compra que yo, a fuerza de comprar desmedidamente, he perdido. Ya comenté más arriba que espero, así lo creo, recuperar la ilusión de tiempos pasados siendo infinítamente más….no exigente, pero sí paciente hasta calibrar el verdadero valor de un disco, a la hora de realizar la selección de mis compras.

    Saludos,
    Manuel Soleado

  9. Hola!

    permitidme que entre en vuestra interesante conversación.
    No he sido un coleccionista de discos como vosotros, pero sí recuerdo la emoción de comprarse un lp (después de semanas ahorrando), abrir el disco, sacar el vinilo pegado alplástico transparente por la electricidad estática, colocarlo en labandeja, poner la aguja y oir es ruido (hoy música) antes de escuchar lacanción ansiada. Probablemente los de nuestra generación (como todas supongo) hemos mitificado algunas cosas, pero creo que en el vinilo había una magia y un cuidado al objeto, que no se produce en el CD.

    Creo que la crisis de la industria musical tiene su origen en la banalización de su producto que es un objeto diferente al resto que puden ser adquiridos, en cuanto es un producto cultural. Antes se compraba un disco muy a tiro hecho, conociendo bien al grupo y las canciones del mismo. Además había varios formatos, single, maxi, minilp, etc. Ahora por una canción un chaval se compra el CD y probablemente sólo llegue a oir esa canción conocida, porque a los cinco días se le ha creado la necesidad, digamos pedantemente, mediática de adquirir otro producto musical. Por eso ha triunfado la piratería en la música, se ha convertido más en un producto que en cultural, y puestos así ¿por qué pagar 15 por lo que me cuesta 2 o no me cuesta nada?

    En fin, tras este pestiño, supongo que como todo el mundo he pasado por esa etapa de compra compulsiva e indiscriminada de música que me ha llevado a tener en el estante discos que no he oido nunca o casi nunca. En cierto modo el P2P salvó mis recuerdos de canciones que no había vuelto a oir en 15 ó 20 años y que en su día no pude adquirir, por la falta de tiendas y de dinero. Además, con la edad me he vuelto más de canciones que de discos completos. Aun así alguna vez me he bajado discos completos, pero no lo hago mucho porque,ciertamente, luego no los escucjho completos. Me qudo con las canciones que me dicen algo.

    Un saludo, hasta otra.

  10. Hola Carlos,

    Bienvenido, creo que es la primera vez que te vemos por aquí 🙂

    Dicho esto no puedo más que darte la razón. Hablas de ese ritual que era (es) el desvirgamiento de un vinilo y leo tu descripción con verdadera pasión. Por supuesto que muchos de nosotros habremos mitificado algunas cosas en la música debido al tiempo pasado….pero me niego a pensar que una de esas cosas sea el valor que le damos al vinilo. En primer lugar porque esa sensación que produce (a fe que yo sigo sintiéndola) el vinilo no ha desaparecido, y en segundo lugar porque no debieramos de olvidar algo tan importante como que por mucho que el cd se haya comido con patatas al vinilo, no consigue NI DE LEJOS la fidelidad y la calidez que se puede extraer de un vinilo. Reconozco ser un talibán del vinilo, pero lo soy porque amo la música por encima de cualquier consideración estética, y el vinilo es el formato que más me acerca a su completo disfrute.

    Para mí la crisis de la industria discográfica tiene su razón de ser en su propia estupidez. Nos entregaron el MASTER de la grabación en forma de cd, luego algunas compañías que también tenían participación en otros sectores (hardware, equipos hi-fi…) ayudaron a la creación y popularización de los sistemas de copias de cd’s……¡Y AHORA NOS CRITICAN POR USAR LO QUE ELLOS NOS DIERON! ahí se hundan todos ellos, esa es mi opinión.

    Por desgracia, como bien comentas, la música ha perdido el poco valor cultural que pudo haber tenido en el pasado para pasar a ser, hoy más que nunca, un producto perecedero falto de la atención debida.

    A mí el P2P e internet en general también me ha salvado, pero no recuerdos, si no más bien la propia afición por la música que entró en crisis durante el tiempo que pasamos de la era pre-Internet hasta que éste se estableció definitivamente. Yo sí descargo discos completos, me sigue gustando el concepto del disco y no guardo canciones sueltas. Lo que sí he cambiado ha sido la forma de acercarme a la música; ahora picoteo de aquí y allá mientras que antes me encantaba encontrar sellos de los que comprar todo su catálogo….

    Saludos,
    Manuel Soleado

  11. Hola, Manolo!

    Tu post me recuerda mucho, pero mucho, a una canción de
    Laurie Anderson:


    I turned on the radio and I heard a song by Dolly Parton.
    And she was singing:
    Oh! I feel so sad! I feel so bad!
    I left my mom and I left my dad.
    And I just want to go home now.
    I just want to go back in my Tennessee mountain home now.

    Well, you know she’s not gonna go back home.
    And I know she’s not gonna go back home.
    And she knows she’s never gonna go back there.
    And I just want to know who’s gonna go and walk her dog.

    Vamos, que no te le crees ni tú, Manolo. 🙂 Todos los veteranos tenemos “crisis de fe” como esa, pero todos nuestros buenos propósitos se van al carajo cuando entramos con treinta euros gastaderos en la FNAC de turno y vemos

    a) esa reedición tan bonita de nuestro grupo favorito
    b) ese cd a buen precio de ese disco que tan bien te puso tu amigo fulanito
    c) ese extraño artefacto que te llama entre susurros que solo oyes tú diciendo que quiere ser tuyo
    d) etc

    Es así de jodido. Estamos enganchados y cualquier excusa nos vale para seguir con el vicio… “sólo uno más”, “he dejado diez de los veinte que había cogido”, “hace tiempo que no me doy un homenaje”, “seguro que este no lo vuelvo a ver a este precio, hay que aprovechar”, y etc. otra vez.

    He llegado a pensar que nos gusta más el ritual de la compra que escuchar los discos, pero no. Ahora sé la verdad. Creo que ya te lo comenté, la clave es la frase de John Cage: “mi música favorita es la que no he oido todavía”. Y eso es lo que nos pasa a nosotros, benditos enfermos, que jamás tendremos bastante. JAMAS. Seguiremos a la búsqueda de esa canción, ese instante en el que un tipo al que no conocemos nos pone un nudo en la garganta, y cada vez que la encontremos será como la primera vez. Claro que , como todo buen junkie, vamos desarrollando tolerancia y cada vez nos cuesta más… porque va siendo más difícil que nos sorprendan, que nos emocionen, porque ya se nos ha hecho callo… Pero en el fondo seguimos siendo benditos inocentes capaces de quedarnos deslumbrados como con el primer disco, y eso es lo que cuenta de verdad. El día que de verdad perdamos eso -y no hay más que ver como escribes lo que escribes en este bendito blog para saber que de momento no corres ningún peligro- es cuando tendremos que empezar a preocuparnos. Pero no ahora: nunca por mucho pan fue mal año.

    Saludos,

    brassneck

  12. ¡Hola Manolo!

    X’DDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD
    X’DDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD Me partoooooooo con la canción de la Anderson 😉

    De todo lo que comentas me quedo, efectivamente, con la frase de John Cage, supongo que en ella reside el secreto de nuestro vicio. Siempre estoy pensando en esa nueva melodía que encierra éste o aquel disco, y por mucho que mitifique discos del pasado que alojo con orgullo en mi discoteca, siempre ando más interesado en escuchar nueva música, es lo divertido de este juego 🙂

    Sin embargo tu juegas con un par de bazas a tu favor; escuchas música mientras estás despierto (sospecho que también sueñas con ella cuando duermes) pero mi trabajo no me permite disfrutar de ningún disco. Así, mientras que en más de una ocasión me has comentado que crees haber escuchado al menos una vez todos tus discos yo tengo una cantidad indecente de discos por escuchar. Por otra parte eres capaz de disfrutar de prácticamente todo tipo de música, mientras que yo sigo siendo un indie kid algo entrado en años 🙂 Tu vicio es más fácil de alimentar, esa es la bendición que has recibido.

    Con todo esto te quiero decir que no es la típica “crisis de fe” que todos pasamos de vez en cuando. Esta vez quiero cambiar mi forma de comprar discos no porque piense que tengo demasiados, si no porque quiero disfrutar de mis discos, de los que tengo y de los que compre a partir de ahora. Además, por mucho que reduzca las compras tú y yo sabemos que los 10 discos al mes caerán 🙂

    Un abrazo,
    Manuel Soleado
    “hace tiempo que no me doy un homenaje” (Esta frase la asocio siempre a la imagen de algún amiguete saliendo de una tienda de discos con la sonrisa de oreja a oreja, sin duda es LA FRASE)

  13. Saludos Manuel:
    Un buen comienzo de temporada,en mi caso las cosas han ido sucediendo de forma natural.Nosotros hemos vivido los tiempos de los catalogos de segunda mano llegados de Inglaterra donde coseguiamos verdaderas joyas que hoy en dia solo estan en e-bay a precios descomunales,eso referente al vinilo que nos gusta.Los CDS nos sirvieron para completar lo que practicamente teniamos repartido en formato 12″ o 7″.A los no gusta los 60’s el CD nos da la posibilidad de coseguir reediciones que para mi no tienen precio el caso de rev-ola o sundazed.Referente a las novedades,ahora te piensas mucho mas lo que compras porque tenemos la posibilidad de escucharlo antes y encima rapidamente lo tienes en tu PC.Que el vinilo es el mejor formato no lo discute nadie,yo soy de los que cuando le llegaba un paquete de los nombrados discos de segunda mano,lo primero que hacia era olerlos,si, no se si lo habeis hecho alguna vez,pero ese olor entre humedad de sotano londinense y biblioteca me embriaga o sea que lo de dejar caer la aguja encima del vinilo y empezar el sonido a huevo frito haciendose ya me mata.Pero veamos el lado positivo del MP3,a mi encanta escuchar musica en el coche y ahora mismo puedes llevar 500 canciones luego borrarlas y volver a tener otras 500.Que tanta cantidad te abruma, entonces escuchas menos pues para eso te tenemos a ti que nos guias,ahora mismo nuestros discos preferidos sabemos cuales son pues te los compras y lo que no tienes muy claro o te gustan solo dos o tres canciones pues en carpetitas bien emparejaditas que encima no ocupan espacio en casa.Tambien todo dependera de donde vivas porque de donde somos nosotros el ir de tiendas se acabo hace tiempo,algun mercadillo donde con paciencia a veces salta la liebre y encuentras algo a precios de risa 1€ y lo de la FNAC es otro caso donde yo hoy en dia no encuentro nada que me satisfaga a no ser alguna reedicion ya mencionada.Para concluir yo encantao con soulseek y demas artificios,tu lo has dicho han sido ellos mismos los que se han encargado de cargarse el negocio.

  14. Hooola Jaime,

    Me dejas anodadado, creía que era el único que se percataba de ESE olor de los vinilos 🙂

    Por supuesto nunca intentaré demonizar el mp3, los programas P2P ni nada por el estilo, prefiero mil veces esta oferta que nos sobrepasa que el pasado, muy romántico, sí, que nos obligaba a esperar casi un mes para recibir los discos. No obstante esta es una conversación que tiene mucha miga, y daría para una larga charla.

    En realidad lo único que me fastidia de los nuevos tiempos es la facilidad que tiene un grupo para convertirse en relativamente popular, basta que su grupo de amigos se empeñen en darles a conocer, a base de blogs y myspaces, para que muchos perdamos el tiempo intentando investigar si hay algo que merezca la pena tras las buenas palabras.

    Saludos,
    Manuel Soleado

    N.P. Mocca “Colours” cd (2007) (****1/2)

  15. Estoy con Brassneck. Manolo, a quien quieres engañar, que nos conocemos!!! 🙂

    Efectivamente, la frase “hace tiempo que no me doy un homenaje” es real como la vida misma. Brutal.

    Por cierto, esta semana en secondspin hay una de esas promociones en las que no cobran gastos de envío y sin mínimo de compra. Lo digo por si te quieres dar una vueltecita :-p (hay cosillas, como el último de Rufus a 8 dólares, y teniendo en cuenta que el dolar está por los suelos, puessss… :-p)

Deja un comentario