THE PROCTORS
Everlasting Light Lp (2013)

29 October 2013 | Por | Categorías: Discos

Una famosa cita reza que “lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible” (a ver cómo logramos que nuestro querido amigo Mark, de The Hi-Life Companion/The Mayfields entienda esto, él que voluntariosamente lee todos nuestras entradas con la asistencia del traductor), siempre nos ha gustado la cita porque por mucha reiteración que encierre no deja de ser una gran verdad. Hay veces en las que una historia llega hasta donde llega y parece que por mucho que uno se esfuerce no hay nada más allá, estamos ante un punto que en muchas ocasiones se convierte punto final.

Andábamos escuchando Everlasting Light, el nuevo y flamante Lp de unos veteranos The Proctors, cuando varias ideas asaltaban nuestra cabeza, por un lado teníamos consciencia de que no hemos logrado escapar a un signo de la madurez, o mejor deberíamos de decir un signo del paso de los años, porque afortunadamente de espíritu seguimos escapando a esa madurez, esto es…en cierto modo musicalmente estamos anclados en el pasado. Sorprenderá leer esto a los que nos conozcan y sepan que seguimos buscando de manera infatigable nuevas bandas, pero lo cierto es que ello no está reñido con caer en la cuenta de que al pensar en bandas como los británicos The Proctors tengamos una vívida sensación de que nunca se han ido, y como ellos todos los demás grupos de aquellos ya lejanos años finales de la década de los 80’s y el primer lustro de los 90’s, periodos que tan buen Indie Pop alumbraron. Vamos a suponer que musicalmente el haber vivido tan intensamente aquellos años ha hecho que quede en nosotros esa especie de sensación de no haberlos abandonado nunca.

Por otra parte y volviendo al inicio de nuestro comentario de hoy, escuchar el segundo Lp de The Proctors nos ha hecho darnos cuenta de lo imposible que hubiera sido Everlasting Light allá por 1993-1994, cuando los Proctors nos arrebataron el corazón por primera vez con esas dos pequeñas miniaturas en formato 7” publicadas en Sunday Records, sello al que tanto cariño tenemos por esa primera etapa plagada de verdaderas joyas Indie Pop. Aquellas grabaciones, incluso aquel primer Lp titulado Pinstripes & Englishmen, fueron sin duda notorios para los que vivíamos en aquel microcosmos que era el Indie Pop de entonces, pero estaban plagados de unas limitaciones que en absoluto les restaban encanto ni valor, pero sí impedían que la banda pudiera ir un poco más allá…aunque claro, por aquel entonces quién pensaba o deseaban algo más que unos pocos minutos de melodías candorosas.

Saltamos en el tiempo, catorce, quizás quince años, y el nombre de The Proctors vuelve a llegar a nuestros oídos gracias la inestimable labor del sello Cloudberry Records (un sello al que, quizás sea impresión nuestra, creemos que no se le está poniendo en valor tanto como bien merecería, aunque esto quizás pudiera dar para todo un artículo) que en los estertores de la primera década del nuevo siglo publica un pequeño Cdr con cinco temas de los británicos, a partir de aquí parece que el regreso de la banda comienza a cobrar velocidad y pronto nos tropezamos con dos 7”, un primero compartido con Apple Orchard y más tarde un nuevo single, este sí exclusivo para la banda, que será alumbrado por Shelflife…ambos discos, sin entrar en detalles, dan a entender que el paso del tiempo no ha sido en balde y los nuevos Proctors son capaces de componer unas canciones dotadas de un cuerpo que antaño no se atisbaba. Esto junto con una afortunada actuación de la banda en la edición de 2011 de Indietracks hace que un incipiente entusiasmo medre en nosotros ante la expectativa de todo un Lp del grupo…y así, dos años después, llegamos a Everlasting Light.

No ha sido sencillo hacerse con una copia de Everlasting Light, de hecho ahora mismo aún resta una semana para tener en nuestras manos el preciado vinilo. El mercado discográfico estadounidense es prácticamente terreno vetado para los aficionados europeos después de este año la administración estadounidense decidiera una brutal subida de las tasas postales, algo que prácticamente imposibilidad la compra de vinilo, incluso de los más livianos Cd’s, a las tiendas y sellos estadounidenses. Sin embargo, quiso la fortuna que tropezáramos con una comunicación del grupo (antes incluso de la publicación del disco) anunciando que a la banda se le habían agotado las copias del disco de las que disponían, para que unos cuantos seguidores nos pusiéramos en contacto con los Proctors…para al final aparecer unos vinilos más que viajarían para España sin pasar por el tan temido pedido a U.S.A.

Entrando en materia, cosa que hoy parece realmente difícil ya que pensar en una banda como The Proctors hace que tengamos ganas de escribir y escribir de manera vaga sobre vivencias personales sin realmente detenernos en las nuevas canciones, que es lo que motiva este artículo. Tal y como decíamos, los Proctors conocidos por los más veteranos poco tienen que ver a nivel de calidad, que no de inspiración pues ésta es la misma, con los autores de Everlasting Light. El segundo Lp de la banda, compuesto por nada menos que quince temas (trece inéditos, si no se nos escapa nada), supone un salto de gigante que además de satisfacernos nos hace desear que esto no sea más que un nuevo paso en una carrera que ahora no puede volver a interrumpirse.

Corresponde a Trouble With Forever la apertura del segundo Lp del grupo, no podemos decir que nos llame la atención la pulcritud del sonido de la banda puesto que es una de las señas de identidad de estos “nuevos” Proctors, pero a buen seguro que esto sería lo que más destacaríamos si Trouble With Forever fuera nuestro primer contacto con la banda después de haberlos conocidos en su etapa anterior (cosa que les sucederá a algunos que no se han enterado de la vuelta del grupo hasta la publicación de Everlasting Light). Quizás no todo tenga que ver el paso del tiempo, está claro que con los mismos medios una banda puede sonar ahora mucho mejor que veinte años atrás, pero sin duda la experiencia de todos estos años ha sido definitiva en el salto cualitativo experimentado por el grupo. Continuamos la escucha con una sucesión de temas que se enganchan de manera irremediable a nuestra cabeza, Into the Sun contrapone su aire perezoso a unas atractivas voces chica/chico que junto con una línea de guitarra brillante nos hacen comenzar a seguir el tema nuestros silbidos…Perfect World es una de las piezas ya conocidas, sin nos antoja una pieza que no hubiera desentonado en absoluto junto en Pinstripes & Englishmen, acompañando a Lucasia, quizás el tema más destacado de aquel trabajo.

Yesterday’s Boy nos remite de inmediato al lado más elegante de aquellos últimos años 80’s, etapa de la que es absoluta deudora. Por aquí se nos antoja una de las piezas más redondas de todo Everlasting Light, un tema Pop (sin el indie delante) que se sitúa en todo lo alto del repertorio de la banda. Como curiosidad personal, mientras escuchamos Yesterday’s Boy no podemos dejar de pensar en una de nuestras debilidades de los últimos años, el noruego Dylan Mondegreen, compañero de sello discográfico y pariente no tan lejano en lo musical. Fall Down With You tiene el honor de guardar en su interior alguna de las mejores melodías y estribillo del disco, mientras que los ambientes etéreos de Adrieen hubieran podido ser firmados por el mismísimo Ken Sweeney (Brian) que parece aparecérsenos (incluso en la voz) en este tema.

Tras la pausa que la plácida Adrieen nos proporciona, la banda decida aumentar la velocidad con Ambulance, tema que bien podría ser tema a extraer en forma de single, caso de haberlo, de Everlasting Light. Dream As a Dream y I Need to Tell You son las dos piezas más breves de todo el disco, la primera pasa casi en sigilo, mientras que de la segunda extraemos de nuevo unas guitarras excepcionales, muy al estilo de las que abrían el Lp…llegado a este punto caemos en la cuenta de una nueva inspiración, parecido…el de los Razorcuts de Gregory Webster, que nos vienen a la memoria al escuchar I Need to Tell You, lo que termina por consolidar esa sensación de familiaridad que transmite todo Everlasting Light. Una sensación grata en cualquier caso.

Wishing Well y Seasons Change son dos magníficas composiciones que nos introducen en el último tercio del disco, mientras que la ruidosa Fun Sunday nos gana por sus voces femeninas. Llegados a este punto restan las tres últimas canciones del disco; Ember Days, Cellophane y All Mornings,  la primera de ellas es un medio tiempo que hace hincapié en lo ambiental, la segunda tira por el Dream Pop con decisión y All Mornings apuesta por una desnudez (que no sencillez) inédita en todo Everlasting Light.

A modo de conclusión y aunque a estas alturas ya haya quedado claro, decir que The Proctors han publicado, muchos años después de su juventud, un Lp que probablemente podrá ser recordado como uno de los mejores trabajos Indie Pop del presente 2013. Una pequeña joya que desafortunadamente presenta el inconveniente de ser difícil (o al menos caro) de conseguir en su edición física, claro que en estos tiempos, ya solo unos pocos seguimos comprando discos…aunque en este caso se trata de una compra ineludible.

11 comments
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  1. Para mí uno de los discos del año, sin duda!! Me ha encantado…

    Aún no lo tengo físico, pero lo tendré… en amazon uk está el cd, así que lo acabaré comprando ahí.

    Lo curioso es que escribí al grupo para preguntarles si vendían ellos el cd (ya que tenían el vinilo en el bandcamp), porque prefería darles el dinero a ellos que a amazon y me dijeron que tenían CDs, pero sólo para vender en los conciertos, algo que me parece absurdo, no lo entiendo, que más te da vender un CD en internet o un concierto, el caso es vender los discos!! y que se lo pidiera a shelflife, pero claro, ahí entran los gastos de envío de USA… yo pago gastos de envío, pero desde uk, que son razonables…

    Antonio

  2. de hecho acabo de ver que en amazon también se puede comprar el vinilo, así que no es tan difícil conseguirlo :-p

  3. Pues mejor que mejor, Antonio. Me enteré de la existencia del disco justo cuando el grupo dijo que se habían agotado las copias que ellos tenían, con lo que solo quedaba acudir a Shelflife y pagar los escandalosos gastos de envío desde U.S.A. De todos modos creo que solo hay un vendedor europeo que tenga el disco en vinilo, así que date prisa…

    Saludos,

  4. ah, no pasa nada, a mí con el CD me vale! además, creo que el CD tiene dos canciones más que el vinilo, no? así que aún mejor…

  5. No me jodas!!! No tenía idea de eso 🙁 Voy a mirar, pero si el cd lleva dos canciones extra ya me veo con otro disco en vinilo y cd.

    Un abrazo,
    Manuel Soleado

  6. este el tracklist que viene en shelflife… pone que hay dos bonus tracks del cd… lo que no sé es si la descarga digital del vinilo las incluye, supongo que sí, con eso te valdría? :-p

    1. Trouble With Forever
    2. Into the Sun
    3. Perfect World
    4. Yesterday’s Boy
    5. Fall Down With You
    6. Adrienne
    7. Ambulance
    8. Dream as I Dream
    9. I Need To Tell You
    10. Wishing Well
    11. Season’s Change
    12. Fun Sunday
    13. Ember Days
    14. Cellophane (cd bonus track)
    15. All Mornings (cd bonus track)

  7. Para matarlos…

    No tuve en vinilo en mis manos hasta el sábado y no me había dado ni cuenta. Como hasta ahora había escuchado el disco a través de Spotify…en fin, ahora después me lo descargo, supongo que estará incluidas esas canciones. En cualquier caso no me hace mucha gracia eso de que el cd tenga más canciones que el vinilo, por encima de que los aficionados al vinilo pagamos más…en fin, es lo que hay, frase tan de moda en estos tiempo de crisis.

    Saludos,
    Manuel Soleado

  8. Hola! Google translated your opening quote in The Proctors article as “Manuel will buy me a drink when I see him next time” Wow, fancy that!

  9. Jajajaja, your translator is really great!!! 😉

    Best,
    Manuel

  10. Vamos Antonio! Alguna reseña nueva!!!… al menos 1 por semestre deberías tener, es tu obligación!
    Jejeje…

    Fuerte abrazo maestro, se extrañan lo que pasa.
    Gustavo

  11. Perdón ,cometí el sacrilegio de rebautizarte Antonio.
    Me sabrás perdonar Manuel! 😉

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