THIS IS IVY LEAGUE
S/T (2008)

19 October 2008 | Por | Categorías: 00's, Discos

Hay ocasiones en las que ponerse frente al teclado resulta una labor tediosa, unas veces por cuestiones personales que te obligan a pensar qué sentido tiene malgastar el poco tiempo libre del que dispones en hacer un blog, otras porque la música de un grupo parece desmoronarse gracias a pequeños detalles que te obligan a pensar si merecen la pérdida de tu tiempo. Hoy es uno de esos días en los que la inspiración parece no llegar nunca, como el frío de este Otoño en el que el termómetro se resiste a bajar de los 25ºC, obligándonos a vestir de manga corta aún cuando la noche va ganando su batalla al día jornada tras jornada.

Cuestiones personales al margen, la zozobra de esta mañana de domingo poco tiene que ver con la música, la primera escucha del día ha hecho que sucumbiéramos al hastío frente al súbito cambio de percepción que teníamos del debut de los norteamericanos This Is Ivy League. Un disco de comentario largamente demorado que lleva fascinando en esta casa desde hace meses, pero con el que hoy andamos algo peleados por obra y gracia de ciertas obviedades que se nos antojan excesivas. Días atrás dábamos cumplida cuenta del magnífico disco de debut de los escoceses Butcher Boy, haciendo particular hincapié en el hecho de que el single elegido para representar a Profit In Your Poetry corriera a cargo de una canción que caía en la más clara inspiración u homenaje de los también escoceses Belle & Sebastian. Este hecho, junto con la escucha de This Is Ivy League (el disco), lleva a pensar en la dañina influencia que los autores de If You’re Feeling Sinister han tenido sobre el Indie Pop mundial, no saldrá de aquí una mala palabra hacia la carrera del grupo liderado por Stuard Murdoch, apreciamos en mayor o menor medida todos y cada uno de los discos publicados por los escoceses, alabando el giro que dieron a su música cuando la fórmula de sus primeros trabajos estaba más que agotada, pero esto no quita para que la sombra de Belle & Sebastian se haya convertido en una pesada losa, junto con ese rescate forzado de la independencia británica de los 80’s, que amenaza con aplastar cualquier destello de originalidad en aquellos nuevos grupos que se dedican a la práctica de un Pop de vertiente más amable. Y no es que desde aquí se aprecie la originalidad de propuestas sobre todas las cosas, para cualquiera que nos visite con cierta frecuencia esto será claro. Pero la copia, la confesa o la que se esconde bajo el falso homenaje reconocido a posteriori, empieza a cansar ante la sensación de haber escuchado los mismos sonidos desde hace más de diez años en multitud de grupos, aunque es ahora cuando la influencia de Belle & Sebastian parece estar haciendo más daño.

Una vez sentada la premisa que guía el comentario de hoy algunos podrán preguntarse si realmente merece la pena seguir leyendo o sería mejor dejarlo en este punto. Si sirve de ayuda para la toma de decisión solo decir que This Is Ivy League es sin duda alguna uno de los Lp’s más escuchados del presente año, y es por esto mismo que nos enrabietemos ante la falta de originalidad que Alex Suarez y Ryland Blackinton plasman en las once canciones de su debut largo. No es de extrañar que en alguna entrevista la pareja opte por desviar la atención señalando los 60’s como su mayor influencia en este disco, pero lo cierto es que a los pocos segundos de comenzar su escucha el fantasma de Belle & Sebastian aparece ante nosotros; The Richest Kids resulta una delicia con ese ritmo seudo doo wop que se esconde en segundo plano conquistándonos desde el primer instante, Love Is Impossible es lo más dulce escuchado en mucho tiempo, pero ambas huelen a Belle & Sebastian con claridad. Pero si esto no fuera poco, más tarde llegan Celebration y Don’t Wate Your Love On Me con las que uno no sabe donde esconderse ante el descaro de la jugada. Llegados aquí solo queda seguir con la escucha, a sabiendas de lo que hay, o archivar a This Is Ivy League bajo la etiqueta de imitadores profesionales. El problema es que las canciones realmente merecen la pena, y pese a todas las objeciones que podamos ponerles la realidad es que nos lo estamos pasando francamente bien con todos esos ritmos contagiosos, así que decidimos sumergirnos a fondo asumiendo todas las consecuencias de nuestra decisión. London Bridges suena algo más original, resulta fresca y posiblemente una de las mejores composiciones de todo el Lp. Viola es una correcta y agradable aproximación del dúo a la bossa, mientras que An Introduction posee una guitarra (único instrumento del tema) que cualquier fan de Blueboy reconocerá como tomada prestada de su tema Cloud Babies, lo cual nos lleva a sospechar que la influencia de la bossa de Viola también pueda venir por la admiración que This Is Ivy League puedan sentir por la música de Keith & Paul (Blueboy, Arabesque, Beaumont). A Summer Chill rescata la frescura de London Bridges, quizás sea porque en ambos temas nos parece escuchar a la versión más original de This Is Ivy League. Originalidad que se esfuma de nuevo con Modern World y Til The Day, en donde encontramos un cambio súbito de registro que se nos quiere hacer pasar por Simon & Garfunkel pero que en realidad es puro Pop acústico como el que los noruegos Kings Of Convenience plasmaron en sus dos (tres contando el Lp de remezclas Versus) imprescindibles Lp’s, quedando relegada la tan mentada inspiración sixties del grupo a Vision Of Tokio.

Tras el breve repaso dado a This Is Ivy League en realidad no resulta extraña la calidez con la que la pareja ha sido acogida por un buen número de indie kids. Hasta por aquí, conscientes de que estas once canciones son en buen medida ajenas a This Is Ivy League, hemos disfrutado con un grupo que resulta melódicamente irreprochable, optimista como pocos, y poseedor de la típica imagen de grupo independiente que tanto gusta a un sector de la audiencia. El problema es que resulta difícil creer en el que aparentemente no es capaz más que de apropiarse de la música de otros. La jugada puede haberles resultado ganadora en esta ocasión, sobre todo frente al oyente más despreocupado o inexperto, pero finalmente la imagen que quedará de este disco no es más que la de un magnífico embauco, divertido y sin duda recomendable, pero poco auténtico y susceptible de no ser muy bien tratado por el tiempo.

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