THE BATS
Fear of God (1992)

18 June 2006 | Por | Categorías: 90's, Antípodas, Discos

Supongo que al vernos inmersos en la treintena, y en especial cuando el momento de cumplir un nuevo año se acerca, todos nos detenemos a pensar en qué de bueno nos trae el tiempo a nuestras vidas. No es más que un triste a la par que gracioso ejercicio por consolarnos al ver que la añorada adolescencia se aleja a un ritmo lento pero constante. ¡Yo era un chaval hace dos días! ¿quién demonios robó mi juventud? Obviamente nadie roba nada, al menos en este caso, porque en verdad sigues siendo muy joven, pero algo ha cambiado hasta para los de espíritu más atolondrado. Seguimos siendo los mismos aunque poco a poco hayamos ido cambiando, se afrontan los problemas con otra mentalidad y después del tiempo de vida transcurrido se han perdido muchas de las cosas de nuestra (otra) juventud. Sin embargo muchos coincidirán conmigo en que en este momento se viven los mejores años de la vida. Es probable que dentro de diez años relea estas líneas y piense que estaba equivocado y que en mitad de los cuarenta está lo mejor de nuestra existencia, quién sabe.

Por fortuna no dedico los domingos a reflexionar sobre ideas como la que acabo de exponer, prefiero emplear el tiempo en salir a andar por el monte o tomar un aperitivo en una terraza antes de ir a comer. Pero tenía que buscar una justificación para hablar sobre mi disco favorito de los Bats de Nueva Zelanda. Y, consideraciones sentimentales al margen, creo que la principal aportación de Fear of God es el de mostrar la madurez de un compositor en el más inspirado momento creativo de su carrera, puede que perdiendo como mayor baza de su sonido parte de la frescura de sus inicios, pero compensando esta pequeña pérdida con mayor dominio de melodía, tiempo y cohesión en sus canciones.

The Bats nacen en Nueva Zelanda en 1982, producto de la unión entre Robert Scott, Kaye Woodward, Paul Kean y Malcom Grant. Pese a que The Bats es un grupo de orden democrático, Robert Scott desde el principio se muestra como líder, compositor y cantante de todos los temas. Scott proviene de otra banda esencial del pop neocelandés de los 80’s como es The Clean, el grupo de Chris Knox, donde Robert Scott toca el bajo y de la cual proviene todo el sentido del ritmo de The Bats.

Fear of God, tercer trabajo de la banda, muestra a un grupo que después de diez años de carrera ha logrado alcanzar el perfecto equilibrio entre madurez y frescura, la banda consigue que cada canción tenga esa chispa que la convierte en única, por muy distinto que sea el carácter de ésta. En realidad la fórmula de los Bats no ha cambiado en demasía, las canciones siguen estando sustentadas por una batería frecuentemente sincopada, que junto a la característica forma de tocar la guitarra de Robert Scott imprimen a las canciones el habitual carácter trotón del sonido de la banda. Uno puede imaginarse a toda una banda de instituto americano, con sus animadoras, marchando al compás de temas como Hold All The Butter, tres minutos que te dejan sin aliento y que se convierten inmediatamente a la pieza en referencia del sonido de los Bats. Pero antes nos encontramos abriendo el disco con Boogey Man, la que probablemente es la mejor composición del grupo, una combinación de emoción y belleza que no dejará indiferente al oyente, Robert Scott se hace cargo de la estupenda letra acompañado en el genial estribillo por Kaye Woodward y una guitarra que cambia su habitual marcha por destellos de feliz melancolía. Dancing as the Boat Goes Down resalta también por su letra y la introducción de la viola entre los instrumentos que acompañan, The Black and the Blue es una apisonadora, la batería marca un ritmo militaresco y la voz suena con una gravedad especial. The Old Ones vuelve a desarmarte como ya lo hizo Boogey Man, el lado más lírico de The Bats brilla especialmente en las canciones más reposadas, una de las virtudes de este discos radica ahí.

Y después de todo esto, todavía no hemos llegado al ecuador de Fear of God, pero la tónica de los primeros temas se mantiene hasta durante todo el minutaje. A destacar la tranquilidad de Watch the Walls, balada al estilo de los Bats, y la melancolía que cierra el disco con The Looming Past y el duelo guitarra-acordeón que se produce.

Fear of God fue publicado por Mammoth y es fácilmente localizable al igual que el resto de la discografía de los neozelandeses.

6 comments
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  1. No, no es nada difícil de localizar… De hecho yo lo tengo localizado en una tienda cerca de casa. Estaba dudando porque tanto Daddy’s highway como The Law of things me parecen asombrosos. No así Couchmaster que es un poco decepcionante… Pero leyendo esto ya voy sobre seguro, guiado por un criterio certero. Y los Clean son también increíbles… un post muy sustancioso, como de costumbre.

  2. No dudes la compra ni por un segundo, Karpov. Solo por Boogey Man está justificado el desembolso, es mi canción favorita de la banda. Claro que aquí entran en juego los sentimientos….realmente Daddy’s Highway y The Law of the Things podían haber sido los protagonistas de las anteriores lineas. Pero Fear of God tiene el encanto de los anteriores y esa madurez a la que hacía referencia. Couchmaster es una pequeña decepción, cierto es, pero si algún día cae en tus manos Silverbeet yo tampoco lo dejaría escapar. Ah, y una recopilación de sus primeros singles, creo recordar que era algo así como Compiletely, si la ves y no la tienes no la dejes escapar!

    Y puestos a recomendar, animar encarecidamente a la compra, descarga lo-que-sea del disco de Robert Scott “Songs of Otago’s Past”, una delicia de disco en el que Robert Scott se adueña de un buen número de temas del cancionero popular neozelandés, hay verdaderas gemas, tanto en lo musical, como cuanto a letras, siempre y cuando uno se sienta interesado por historias de inmigrantes, granjas y demás….

    De los Clean lo que más me gusta es su aspereza, el aspecto primitivo de sus canciones y ese sentido del ritmo que los Bats heredaron, conscientemente o no. Y mira que hubiera sido fácil tomar el camino marcado por canciones como Billy Two, un verdadero hit, pero prefirieron ir a su bola. A Chris Knox le tengo actualmente perdida la pista, a ver si el próximo fin de semana tengo tiempo de investigar algo.

    Saludos,

  3. Manolo, estas completamente equivocado, el mejor disco de los Bats es el Daddy’s highway :-P. Esta entre los 10 mejores discos de la historia. Saludines

  4. Querido Alex, yo solo he dicho que Fear of God es mi disco favorito de los Bats. De todos modos hoy también afirmo que es el mejor Lp de la banda, mañana probablemente lo sea Daddy’s Highway y pasado The Law of the Things.

    En cualquier caso cualquiera de esos tres discos se merecen estar entre los diez mejores discos de la historia 🙂 Ah, me encanta la falta de vergüenza con la que defendemos lo que nos gusta 😉

    Un abrazo,

  5. El mejor disco de los Bats es Silverbeet! Eso sí, a años luz de cualquier disco de The Chills 🙂
    Manolo, te propongo, modestamente, que hagas una retrospectica tipo el artículo de Sarah Records de Flying Nun. Abrazos 1.000 (ps: estoy disfrutando como un enano leyendo tus artículos y los comentarios)

  6. Hooola Serch,

    Bueno, queridísimo amigo, yo no puedo estar de acuerdo con lo que comentas porque el mejor disco de los Bats normalmente es el que estoy escuchando en cada momento. De verdad, es que tienen una discografía TAN ACOJONANTE que me cuesta muchísimo decidirme, disfruto muchísimo escuchándolos. Lo de Fear of God es por puro sentimentalismo, me temo.

    Lo de Flying Nun creo que es demasiado extenso para mí, el sello kiwi tiene un catálogo tan amplio y variado…pero sí, yo creo que se puede hacer algo que quede chulo, hablando de lo mejorcito del catálogo, me pondré a ello 😉

    Un fortísimo abrazo,
    Manolo Soleado

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