Días de verano, el sofocante calor que te consume frente al ordenador casi quita las ganas de poner un disco a sonar. Pero días así también facilitan la labor de escuchar y escribir sobre un disco, por necesidad la elección ha de reunir ligereza, frescura e inmediatez en sus efectos. Los discos no han de cambiar la historia, tan solo buscar el momento adecuado para acompañarnos, y en días de sopor, pereza y pesadez, el Power Pop parece abrirse camino.

Y así, huyendo del calor, podemos caer en la tentación de acordarnos de los canadienses The Salteens, banda de Vancouver que ya asombró allá por el año 2000 con su debut Short-Term Memories, publicado por sus compatriotas Endearing Records, y que supuso una de las revelaciones del año con su Indie Power Pop directo y contagioso, tan de moda en los ambientes indies del momento. Éstos acogieron canciones como Kelly Nicoll, Crash the Market o Guy Dog (muy TFC) convirtiéndolas en verdaderos hits del año que finalmente le valieron al grupo reconocimiento a través de algún premio de la industria discográfica canadiense. Un debut que dejaba a las claras la militancia de la banda en el Power Pop más inmediato y sencillo, siempre en busca de la melodía fácil, a la captura de la empatía del oyente. En definitiva, un gran disco que les convirtió en unas pequeñas promesas de la incipiente escena de su país que estaba por llegar.

Sin embargo, la lógica continuación a tan exitoso comienzo de carrera se hizo de rogar. Manteniéndose el grupo en activo a través de numerosos conciertos, no fue hasta mediados de 2004 cuando por fin, y gracias a la nueva discográfica Boompa! Recordings, verá la luz Let Go Of Your Bad Days, segundo trabajo de The Salteens. Y la espera mereció la pena, nos encontramos con un segundo disco que mantiene y acrecienta la capacidad del grupo para encontrar la melodía perfecta. No obstante no estamos ante un Short-Term Memories Vol.2, las nuevas canciones dejan ver que los cuatro años transcurridos desde el anterior trabajo no pasaron en balde, el grupo ha crecido en todos los aspectos, especialmente en unas letras que les muestran nada inocentes y con un sonido mucho más “profesionalizado” y alejado del inicial amateurismo que les presentaba como un grupo de universitarios más preocupados del resultado (melodía) que de la forma aplicada para lograr el producto final.

Let Go Of Your Bad Days presenta una colección de diez canciones que, a pesar de estar dominadas por el entusiasta espíritu de antaño, acaparan otras virtudes que nos llamarán la atención en el disco. Es de resaltar la nueva afición del grupo por el detalle, dotando a los temas de multitud de pinceladas en forma de violines, trompetas, saxos o cellos que antes apenas tenían presencia en la música del quinteto. Así, el tema que abre y da título al disco descubre a unos Salteens con menos urgencia eléctrica y una mayor dosis perfeccionista, reposadas melodías transcurren a lo largo de su minutaje con la siempre vigilante presencia de cuerdas y vientos. Damn You recorre el mismo camino mientras que en You Stood Out From the Crowd aparecen los Salteens del pasado, más Power (Pop) que nunca y con el detalle de los mejores vientos introducidos hasta el momento en un tema de la banda, hit instantáneo y distorsión de guitarras. Look Up! Look Out! se despereza con el teclado junto a una steel guitar sin terminar de abrir los ojos, puro dulce con una instrumentación insuperable. Turnpike es un minuto de sencillez y paz que nos conduce a Summer’s Gone y sus tres minutos de distorsión. Nos adentramos en la recta final de disco con una Not For Nothing que puede convertirse en la pieza favorita del álbum seguida por otra vista atrás, Thoughts From Sound, y cerrando Time You Have Been Wating junto a Home Again, en las que Megan Bradfield, la chica del grupo, pone su voz haciéndonos recordar a los geniales Papas Fritas, especialmente en el primero de los temas que es otro de los momentos álgidos del disco.

En estas fechas parece que The Salteens están trabajando en las canciones del que será su tercer disco. Por ahora puedes hacerte con sus discos a través de Endearing (Short-Term Memories) y Boompa! Recordings (Let Go Of Your Bad Days).