En nuestro afán por retomar una costumbre que nunca debimos de perder, la de hablar de buenos discos del pasado, sin duda la motivación principal que dio inicio a estos 360º de Separación, hemos centrado nuestros esfuerzos en unos años que sin lugar a dudas fueron los más importantes para la formación de nuestro gusto y educación musical. No sorprenderá a nadie saber que el Pop de los últimos años 80’s es y siempre será nuestro favorito, aunque tampoco negaremos que hay mucho sentimentalismo en esta elección, no es lo mismo descubrir una música en el momento en el que más o menos se está produciendo, comprando pequeños vinilos que nos dan toda la vida, que hacerlo décadas después gracias a reediciones en cd, algo mucho más frío.

Afortunada o desafortunadamente, no sabemos, todo cambia y todo llega a su fin. Ese Pop hipermelódico que caracterizó al Indie Pop británico, al Jangle Pop, C-86 (llamadlo como queráis, no importa) alargó su existencia durante unos cuantos años, dando lugar a un Pop mucho más edulcorado a principios de la siguiente década, la de los 90’s, pero cuando su efecto se extinguió algunos nos encontramos con la nada, el vacío, sin un relevo generacional y, lo que es peor, sin mucha información en unos años en los que las publicaciones impresas (los fanzines, vamos, porque las revistas siempre nos interesaron menos) iban desapareciendo e Inet aún estaba al alcance de muy pocos. Años oscuros para el Indie Pop, al menos así vivimos aquí la etapa 1996-1998 (en 1999 Inet llegó a nuestra vida para salvar y regenerar esta afición nuestra), un tiempo en el que nos encontrábamos completamente desconocedores de la actualidad y en los que tan sólo manteníamos ciertos lazos con lo que pasaba en el mundo gracias principalmente a algunos grupos suecos que fueron la punta de lanza de toda la explosión Pop que años más tarde se daría en Escandinavia.

No eran por entonces muchos los grupos suecos que se habían lanzado a la producción de todo un Lp, los primeros, aquellos que llegaron a nosotros gracias a Marsh-Marigold Records, empezaron a descomponerse y sólo Acid House Kings lograrían desarrollar una productiva carrera. De este modo nutríamos nuestra afición a base de pequeños Ep’s (ya fueran en vinilo o Cd), siendo uno de esos discos que nos colmaron de felicidad en aquellos años un pequeño 7” plastificado en vinilo de un profundo color azul a cargo de unos desconocidos Leslies. Aquel disco, titulado Coming Soon To a Theatre Near You y publicado por La Belle Pop!!! en 1995 giró en casa sin cesar, alimentando la esperanza de que todavía había salvación para lo nuestro, para esa música a la que llevábamos enganchados desde casi niños.

Un pequeño 7” no daba para mucho, bueno, sí, al menos para un año, el tiempo que tuvimos que esperar hasta que Harry Lime Records (sello de efímera existencia, tan sólo publicó algunas referencias para Leslies, un curioso recopilatorio titulado A Twist Of Lime…para después caer en la bancarrota) pusiera en el mercado Totally Brilliant, el Lp de debut de Leslies. Disco que hoy traemos aquí con la esperanza de que sea descubierto o redescubierto de nuevo por algunos interesados en el buen Pop, ante la certeza de que este grupo y en especial su Lp de debut (gracias en parte a trabajos posteriores) han caído en un injusto olvido que años atrás no hubiéramos intuido. Y es que hubo un momento en que llegamos a pensar que el Pop optimista y enérgico de Leslies podía alcanzar grandes metas. Desde luego ambición no les faltó a los suecos, basta recordar como el disco fue grabado en los por entonces famosos estudios Tambourine, con Tore Johansson supervisando la producción de este debut.

De los doce temas presentados en Totally Brilliant nos encontramos con diez inéditos, ya que Boy y Totally Brilliant ya habían sido incluidos en el primer 7” de la banda. A Daydream se encarga de abrir el disco, y lo hace emparentando directamente el sonido del grupo con otros ilustres suecos, Happydeadmen. El genio melódico de aquellos aparece reflejado en A Daydream aunque con una particularidad, el sonido de Leslies resulta también deudor del sonido Tambourine Studios, o para el caso de todas las recientes producciones de Tore Johansson (aunque aquí sólo se encargará de supervisar una producción ajena y realizar las mezclas). Yes I Am acentúa todavía más esta faceta del sonido de los suecos, eran años en los que cierta sofisticación identificaba el Pop escandinavo, teniendo como perfecto ejemplo de los que hablamos el sonido de los dos primeros Lp’s de The Cardigans. A continuación llega Boy, sin duda uno de las mejores piezas de este debut largo, la banda se centra en un Pop desprovisto de artificiosidad alguna logrando un hit en toda regla. Después de todos estos años este tema sigue sonando absolutamente fresco y contagioso como la primera vez que lo escuchamos, también una de las piezas más tradicionalmente Indie Pop de su repertorio, con su ritmo trotón, sus preciosas guitarras y ese lamento por el verano que siempre acaba demasiado rápido. They Are All The Same hace una incursión en un Pop algo más maduro, coqueteando incluso con el Rock y de resultas generando un ambiente un tanto psicodélico (que no cunda el pánico, nada exagerado), mientras que Tellygirl es un estupendo medio tiempo que se sitúa de inmediato entre lo mejorcito del repertorio de Leslies, pero no tanto como The Lime Song, nuestra favorita de todo este Totally Brilliant.

My Heavenly se muestra coqueta, parece avanzar a pequeños saltitos y nos gana de inmediato con el sonido de una flauta y una melodía más que pegadiza. Discoking se inicia de un modo un tanto titubeante, como si no aportara nada nuevo al sonido de Leslies, pero pronto eclosiona en un estupendo crescendo de esos que quedan grabados en la memoria. Los minutos pasan volando y nos situamos en la recta final del disco, restándonos aún cuatro temas por escuchar. Weirdo y Everlasting anuncian el sonido que protagonizará el próximo trabajo de la banda, más elaborado y previsible, mientras que Totally Brilliant, el tema que titula al disco, siendo una pieza dulce como pocas, pierde algo de encanto respecto a la versión original del mismo. En cualquier caso nada que reprochar, quince años después nos sigue pareciendo una pieza de efecto instantáneo. Cerrará Mistaken, el tema más instrospectivo e íntimo compuesto hasta el momento por los suecos, lo cierto es que Mistaken tarda en arrancar, pero cuando lo hace logra una de las mejores melodías de todo Totally Brilliant, broche más que perfecto para rematar nuestra escucha.

Más tarde la carrera de Leslies se prolongó, viendo la luz numerosos singles y hasta un total de tres Lp’s, algunos con un impacto comercial notable dentro de la independencia, sin embargo el sonido de la banda nunca logró captar nuestra atención como lo hizo en sus inicios. Quizás se volvieron demasiado previsibles, lo cierto es que lo dudamos, pero sí es verdad que cada vez fueron publicando discos más trabajados que los alejaron de la espontaneidad de sus primeros tiempos. En cualquier caso, cualquier trabajo de Leslies merece la pena ser escuchado, la banda logró no perder el olfato para las buenas melodías hasta que ya no dio más de sí y optó por desaparecer sin dejar rastro.