Nuestra afición a la música tiene tanto de subjetivo que aquello que en ocasiones criticamos en algunas bandas, se convierte en mérito en otras. A esto quizás podríamos llamarle no tener criterio o, como poco, pecar de injustos. El rasero debería de ser el mismo para todo el mundo, pero como buenos humanos que somos tenemos nuestras preferencias, también nuestras debilidades, y a estas alturas lo único que queda es rendirnos a la evidencia y admitir que algunas de nuestras filias son inexplicables.

No sabemos las veces que nos hemos cansado de un grupo porque éste se dedicaba una y otra vez a hacer el mismo disco, quizás sea ésta la mayor debilidad de muchos grupos, que una vez encontrado su sonido se limitan a reproducirlo sin descanso a lo largo de innumerables discos. La música debería buscar sorprender al oyente, la rutina, caer en la monotonía, acaba por ser perjudicial para nuestra relación con aquellas bandas que por una u otra razón han acabado por ser favoritas personales. Estamos seguros de que esta monotonía es la que muchas veces ha jugado en contra de una banda como los suecos Billie The Vision & The Dancers. No nos engañemos, la banda de Lars Lindquist lleva siete años repitiéndose, poco ha cambiado desde aquel maravilloso I Was So Unpopular In School And Now They’re Giving Me This Beautiful Bicycle que nos los dio a conocer, después llegaron cuatro álbumes más, pero la raíz de su música, sus influencias…siempre han sido las mismas. Tan sólo un golpe de la fortuna, en forma de éxito efímero gracias a la inclusión de su tema Summercat en un anuncio, hizo que los suecos alcanzaran una relativa popularidad en nuestro país, pero por lo demás…Billie The Vision & The Dancers siempre se mostraron como una banda demasiado seria para el gran público, de igual modo que aquellos oyentes más especializados rara vez empatizaron con ellos porque la gran similitud entre todos sus discos dificulta a su vez su disfrute.

Nosotros sin embargo fuimos a contracorriente, disfrutando de todos y cada uno de los cinco Lp’s publicados hasta la fecha por el grupo, sin importarnos el parecido entre todos ellos, ya que hasta ahora la mediocridad no ha hecho acto de aparición en el universo de Billie The Vision & The Dancers. Admitimos que muchas veces resulta dificultoso recordar a qué álbum pertenece cada canción, pero este es un detalle menor que no va hacer que reneguemos de la banda, ni mucho menos dejemos de considerarla como una de las mejores que Suecia nos ha ofrecido en la última década. En cualquier caso, sabemos que somos una excepción, y quizás el grupo también sea consciente de dónde se ubica el punto flaco de su música, cinco discos son muchos cuando se rema siempre en la misma dirección, sin variar lo más mínimo el rumbo y la mayoría de la gente no está dispuesta a entrar a fondo en el universo musical de Billie The Vision & The Dancers, de modo que la banda, consciente de ello, ha decidido ponérselo fácil a los más perezosos y qué mejor manera de hacerlo que publicando un Best Of (doble cd con sorpresa en el segundo de sus discos) que resume a la perfección sus primeros siete años de carrera.

Después de haber hablado de al menos tres de los trabajos de Billie The Vision & The Dancers, no sorprenderemos a nadie si decimos que este Best Of es un trabajo de imprescindible adquisición para aquel que sólo se haya relacionado de modo tangencial con la banda. La sucesión de temas memorables que se incluyen aquí resulta de impresión, al menos para un seguidor de la banda, que no podrá más que celebrar esta colección de veintidós composiciones incluidas en el primero de los Cd’s que forman el primer Best Of del grupo. Poco se puede echar en falta aquí, el disco se abre con un perfecto I Miss You que sienta las bases del estilo musical que los suecos han desarrollado a lo largo de estos siete años, optimista y contagioso a rabiar. A continuación nos encontramos con Summercat, el gran éxito de la banda, rescatado de su primer Lp seis años después de su debut para hacerles vender y ser descubiertos por el gran público gracias a un anuncio cervecero. Un tema que no por haber sido escuchado hasta la saciedad deja de maravillarnos en cada escucha. A partir de aquí nos encontramos con un variado repaso a todos los discos del grupo con una serie de favoritos personales como Lily From the Middelway Street, Nightmares, Wake Up My Love, My Love, I’m Pablo (grandísima), Saw You On TV y tantísimas otras, pero eso sí, sin olvidarse del lado más íntimo de su música, incluyendo preciosas baladas como Overdosing With You, Go To Hell o Apologize. No exageramos si decimos que estamos ante uno de los mejores recopilatorios que hemos escuchado en muchísimo tiempo, pero claro, es que son pocas las bandas independientes que puedan plantearse semejante labor y salir airosas del intento, ya que se requiere tener un gran repertorio para no caer en la mediocridad, pero Billie the Vision & The Dancers van más que sobrados de canciones.

Todo lo hablado hasta el momento resultará muy atractivo para aquellos que quieran acercarse por primera vez al grupo, también para los que vean satisfecha su curiosidad con tener un completo recopilatorio que resuma la carrera de la banda pero…¿qué sucede con aquellos que seguimos de cerca de la banda? Bien, para nosotros está pensando el segundo Cd de este Best Of, ya que después de saciarnos con los grandes temas incluidos en el primer disco del recopilatorio, nos encontramos con un segundo disco que incluye hasta trece revisiones distintas de temas de Billie The Vision & The Dancers a cargo de distintos grupos, de amigos y muchas veces compatriotas, que aportan sus particulares revisiones del catálogo de los suecos. Una rápida ojeada al disco nos descubre a artistas tan familiares como la gran Maia Hirasawa, los estupendos Golden Kanine, las estupendas pero ahora prescindibles The Pipettes o ese gran secreto que son Winter Took His Life. Pero hay más; Family Archives, Jennifer Larsson, Little Marbles…todos ellos intentando llevar a su terreno (que aquí resulta de lo más variado) los temas de Billie The Vision & The Dancers. Como suele suceder en estos casos, nos encontramos con alguna que otra revisión demasiado fidedigna al original, pero en líneas generales podemos hablar positivamente del esfuerzo realizado por todos aquellos que aceptaron la propuesta de versionaear al grupo sueco, no quedando el segundo Cd de este Best Of como una mera anécdota, ya que muy al contrario podemos hablar de un más que digno trabajo que logra hacer disfrutar al que aprecie la música del grupo, digamos que homenajeado.

Este Best Of de Billie The Vision & The Dancers resulta una de las mejores compras que podemos realizar en la actualidad, como decíamos un poco más arriba, cualquiera que aspire a descubrir por primera vez a la banda se verá más que satisfecho con esta generosa recopilación, al igual que sucederá con los que vean excesivo enfrentarse a la carrera completa de los de Lars Lindquist y se contenten con los veintidós temas de este recopilatorio. Y bueno, para los que no podemos pasar muchos días sin escuchar al grupo, las trece versiones incluidas en el segundo disco del Best Of son razón más que suficiente para hacernos con él, desde luego no estamos ante una serie de interpretaciones que intenten cumplir con el expediente sin más, aquí hay un trabajo personal en el que muchas veces se aprecia un verdadero aprecio por los originales.