SHELLEY’S CHILDREN
24 June 2006 | Por 360 grados | Categorías: 90's, GruposNos encontramos en la Inglaterra de 1990, la escena independiente vive en plena efervescencia. La semilla de lo que se vino a llamar C-86 y el Jangle-Pop están en su momento álgido, constantemente se publican 7†& 12†de altÃsimo nivel. Nos encontramos en uno de los años dorados del Indie Pop, y lo mejor de todo, esa etiqueta aglutina absolutamente todo, sin que resulte fácil definirla de un modo claro. La ortodoxia indie todavÃa no se atisba en el horizonte, las modas todavÃa no duran meses o semanas. Por un lado tenemos la elegancia representada por grupos como Bradford o One Thousand Violins, en otro lado tenemos a los ruidosos, puro fuzz, como Shop Assistants o Flatmates, y en otro rincón aparece el Indie Pop inocente de Haywains o Heavenly. Y en medio de todo este fantástico lÃo, decenas de bandas mezclando todos los estilos y creando propias variaciones de los originales. El verdadero PARAÃSO para un fan del Pop.
Mismo año, se publica The Mask of Anarchy, mini-album de debut de Shelley’s Children, banda proveniente de Reading. La aguja recorre el primer surco del vinilo, empieza a sonar Doesn’t Matter, las guitarras iniciales, el ritmo, recuerdan poderosamente a los Ramones, pronto unas voces femeninas nos sacan el espejismo. La canción es puro fuzz, las chicas cantan candorosamente sobre la afilada instrumentación, un verdadero torbellino Punk-Pop. El estilo de Shelley’s Children queda perfectamente definido con la primera canción que tenemos oportunidad de escuchar, el patrón ha quedado instaurado, a partir de ahà la aguja discurre rápidamente a través de los surcos que dan vida a los ocho temas del primer disco de la banda. Shelley’s Children no están para ilustrarnos, dejando enseñanzas eruditas para otra gente. Elvis Says se convierte en el himno del disco, nervio y dulzura a un mismo tiempo, el efecto que producen las voces de Coral y Tracey cantando al unÃsono es arrebatador, pura euforia y alegrÃa, la canción es una fiesta en sus gargantas. Circle Line y pisamos el acelerador, de nuevo sonido ramoniano y las chicas emulando a sus héroes americanos. Y asà todo el disco, mezcla de temas interpretados a toda velocidad con otros más melancólicos, siempre presididos por el peculiar carácter vocal del que están dotadas las canciones y que junto a su contundente instrumentación hacen reconocible el sonido de la banda en unos pocos segundos.
The Mask of Anarchy recibió el favor de la crÃtica (poca) que reparó en la existencia de la banda. Y es que el estilo de Shelley’s Children, por muy simple que pareciera consiguió aunar un buen número cualidades; brillante, eléctrico, dulce, teenager, hipermelódico y con un toque destartalado que terminaba de rematar el cóctel sonoro del grupo.
Un año y Every Town está en la calle, un 12†de tres temas que será la continuación a su prometedor debut. La fórmula permanecerá invariable para su segunda y última referencia. Every Town es uno de los mejores temas de su discografÃa y viene acompañado por Jack y Waiting for the Weekend, otras dos estupendas muestras del sonido Shelley’s Children con un sorprendente final folk en la última de ellas.
Más tarde el grupo entró en estudio para la grabación de su primer Lp completo, no llegando a terminarlo antes de su disolución, y dejando únicamente algunos temas en recopilatorios a añadir a las dos referencias comentadas, publicadas en su propio sello, Pleasant’s Revolt.
¿Qué queda después de 15 años de Shelley’s Children? Pues mucho, en mi opinión la estela dejada es todavÃa visible. Después de su disolución algunos de sus miembros formaron Cuckooland, con el Lp Pop Sensibility y un montón de singles editados por Damage Goods. Anorak Girl a su vez está formado por miembros de Cuckooland. Y repasando el catálogo de Damage Goods no es difÃcil imaginar el influjo que nuestros héroes dejaron en gente como Helen Love.
El Mini-Lp y 12†de Shelley’s Children son actualmente difÃciles de encontrar, pero recientemente Damage Goods, sus fans nº1, ha recopilado toda la producción discográfica de la banda más maquetas e inéditos impagables, como sus vitaminadas versiones de Be My Bay o I’m A Beliver, en un cd titulado Everything. A estas alturas no creo que sea necesario mencionar que se trata de una compra inexcusable.
If anyone wants to hear some tracks, or just drop by and say hello: http://www.myspace.com/shelleyschildren