PENNY CENTURY
Friends and Family (2011)

9 August 2011 | Por | Categorías: Indecisiones

Hay discos que llegan a casa adscritos automáticamente a una categoría, en la mayoría de las ocasiones los discos que aparecen en 360º de Separación lo hacen previa compra de los mismos, sin embargo hay ocasiones en los que por la imposibilidad de hacernos con ciertos trabajos, o por una mera cuestión de despiste, que primeramente nos hacemos con un álbum gracias a la bondad de algún amigo que nos facilita la escucha de aquel disco que tanto ansiamos, antes de que podamos hacernos con él en un formato físico. Esto tiene sus ventajas, entre otras cosas que no tenemos que esperar a que el cartero traiga a casa nuestro discos (lo de comprar los discos que por aquí aparecen en una tienda física, resulta más que complicado), pero también tiene algún que otro inconveniente, como que normalmente aquella persona que te facilita la escucha del disco, suele dar su opinión del mismo, predisponiéndote en cierto modo hacia aquello que todavía no has escuchado.

En el caso que hoy nos ocupa, el del segundo trabajo largo de los suecos Penny Century, el amigo que amablemente propició que escucháramos Friends and Family ya nos puso sobre aviso, para él la continuación del fantástico Between a Hundred Lies no estaba a la altura. Normalmente no solemos hacer mucho caso de este tipo de comentarios, pero proviniendo de un fan declarado de la banda y dando por hecho su buen gusto de inmediato nos pusimos a la defensiva, de ahí que tuviéramos claro desde un primer momento que Friends and Family debía enfrentarse al juicio de esta categoría de “Indecisiones”, lugar donde damos buena cuenta de aquellos discos que generan en nosotros reacciones encontradas.

Pero volvamos al principio, recordemos el motivo por el que quedamos prendados de Penny Century hace ya (quién lo diría) casi cuatro años. Como suele suceder con casi todos aquellos grupos y trabajos que nos seducen, los suecos mostraron desde el principio una habilidad innata para la melodía, algo diríamos que necesario, incluso imprescindible, para un grupo de Pop, pero en el caso de Penny Century nos encontramos desde el primer momento con un rasgo distintivo que los diferenciaba no ya de la caterva de compatriotas nórdicos que aparecían por este sitio, si no de la generalidad del Indie Pop (Pop, incluso) y es que al frente de la banda nos encontramos con una mujer poseedora de una voz de una calidad y fuerza desacostumbrada. La voz de Julia Hanberg se convirtió así en la mejor alidada de las canciones de su banda, ya que gracias a ella el combinado musical de raices sixties que caracterizaba a Between a Hundred Lies lograba superar las fronteras del Indie Pop más ramplón para jugar en otra categoría.

Julia Hanberg y su voz obviamente siguen presentes en Friends and Family, el segundo proyecto de larga duración de Penny Century, de modo que al seguir contando con semejante baza el grupo ya tiene mucho a su favor, antes incluso de darle al play, tan sólo queda que las canciones, esas composiciones de Pop vigoroso que inundaban Between a Hundred Lies, vuelvan a repetirse en esta ocasión, de modo que al afrontar la escucha de este (siempre difícil) segundo trabajo deberíamos comenzar por ahí. Averiguar si el discurso del grupo ha variado debería ser fundamental para saber a qué nos enfrentamos, iniciamos nuestra escucha con Apartment, poco más de dos minutos, inmediata y directa, resulta difícilmente reprochable aunque a decir verdad tampoco llega a entusiasmar como alguna de sus predecesoras, claro que ahí está la voz de Julia Hanberg que lo inunda todo, haciéndonos olvidar las mínimas pegas que pudiéramos poner. En cualquier caso, un buen comienzo que busca su continuación en Greed and Grief, encontrándonos con una pieza rotunda a la altura de la mejor música contenida en el primer Lp de la banda. La voz es un verdadero torrente, las guitarras suenan poderosas desde el principio, la base rítmica decidida, tenemos suaves crescendos…en definitiva, el combinado con el que Penny Century nos convencieron en el pasado. Nothing Is Important comienza de manera dulce, también melancólica, casi sin querer lanzarse a la conquista del oyente…quedando de este modo como un tema de transición que no por ello deja de tener verdadero encanto, aunque (sorpresa) la gravedad de Julia se nos hace un poco excesiva. Trampoline nos suena demasiado convencional, claro que en un tema que casi se va a los cinco minutos algún defecto teníamos que encontrar, demasiado minutaje con una sucesión de cambios de ritmo que más que aportar nos impiden entrar en calor. Claro que si hablamos de anticlímax mejor centrarnos en Sitcks Together, en la que nos encontramos con unos Penny Century desconocidos que logran aburrirnos, algo que hasta ahora no hubiéramos imaginado que nos sucediera con ellos. Paso en falso que esperamos salvar pasando a I’m Building Julia Morgan’s House, lográndolo a medias gracias a la original confrontación que se produce entre voz y guitarra eléctrica. En este momento casi nos encontramos en el ecuador de Friends and Family, dándonos cuenta de que sí, estamos ante los Penny Century de siempre, pero algo carentes del carisma y fuerza en los que residía su encanto. Fallan en cierto modo las canciones, aunque todavía es pronto para precipitarnos, hemos de seguir con nuestra escucha.

James Hurley parece la respuesta a nuestra protesta en forma de invitación al baile, su ritmo contagioso nos rescata del relativo sopor sufrido en los últimos minutos, descubriéndonos a una banda que se introduce de manera tímida pero acertada en la electrónica. Try Not To Stare suena sombría durante sus primeros minutos, pero cuando estábamos a punto de tirar la toalla florece…claro que tan sólo es un espejismo ya que su atmósfera plomiza acaba por vencer. Hail My Marys se deja de experimentos y apuesta por lo que mejor sabe hacer la banda, Pop de alta intensidad, exprimiendo al máximo las cualidades de una voz que sentimos desaprovechada en buena parte del disco, cosa que no sucede con Hail My Marys, donde brilla a gran altura en una de las mejores piezas del álbum. Fiver asusta sólo por sus más de seis minutos de duración, pero nuestras sospechas son infundadas ya que tenemos ante nosotros a otra buena composición que nos hace disfrutar sin reservas de la música del grupo. En este momento hacemos recuento, quedándonos dos temas para concluir Friends and Family; Ondes Martenot y Sunset Reprise, la primera es una pieza intimista en la que apenas el piano acompaña a la voz, mientras que Sunset Reprise es un instrumental, quizás el primero con el que se atreve el grupo, una anécdota, no más.

Veredicto: Bien, por un lado es una pena, pero por otro nos queda el consuelo de darle la razón a un amigo, el segundo trabajo de Penny Century está muy por debajo de su Lp de debut. Así pues, Mp3, nos disgusta admitirlo, teníamos muchas esperanzas depositadas en este disco y nos fastidia ver relativamente desperdiciada una voz como la que encontramos en Penny Century. Sólo queda esperar que la banda no vuelva a tardar cuatro años en ofrecernos un nuevo Lp, mientras tanto seguiremos escuchando Between a Hundred Lies.

One comment
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  1. no hay mal que por bien no venga. me apunto su primer disco en la agenda de pendientes.

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