A estas alturas de S.XXI decir que todo está inventado, especialmente en la música, resulta una obviedad. En realidad todo quedó inventado décadas atrás, el encanto de la música Pop, querámoslo o no, muchas veces reside en su propia simplicidad, en la repetición de una serie de fórmulas aderezadas con mayor o menor fortuna. Por ello a estas alturas de la película hablar de trasgresión o revolución se nos antoja ridículo, cada nuevo movimiento no es más que reciclaje y adecuación a los nuevos tiempos de músicas pasadas. Nada que objetar, disfrutamos plenamente de nuestra música con todas sus virtudes y defectos. Queda para otros el virtuosismo, nosotros preferimos unos sentimientos que a veces no conocen de técnica (aún cuando también la apreciemos, que no es cuestión de ensalzar a los torpes).

Una vez puesto en claro cómo vemos el asunto, también hemos de decir que el mayor disfrute en cualquier estilo, también en este Pop que tantas satisfacciones nos ha dado, siempre ha sido encontrar de vez en cuando a uno de esos artistas que logran crear a su alrededor un universo propio. Aquellos que a partir de una fórmula y sin nunca traicionar sus orígenes, han sabido evolucionar con la única finalidad de que en apariencia nada cambie…para así conseguir que un sello personalísimo quede impreso en todas y cada una de sus canciones, aunque un análisis pormenorizado pudiera revelar la gran transformación que su música ha sufrido con el tiempo.

No es la primera vez que decimos que Parade, al menos a nuestro entender, ha quedado encasillado en esa categoría de artistas que tanto admiramos por haberse sabido distinguir de la generalidad en base a unas ideas propias diríamos que casi inmutables. A lo largo de los ya bastantes años de carrera de Antonio Galvañ, en cada nuevo disco que hemos tenido el placer de comentar, la referencia a la permanente inquietud artística del de Yecla ha estado presente, y ahora que por fin tenemos entre nuestras manos Materia Oscura, su sexto (que ya son) disco largo, la primera duda que nos asalta es si de nuevo habrá vuelto a darse el encanto que hace de cada disco de Parade algo especial.

A priori Materia Oscura podría no tenerlo fácil, desconocemos cual la premura con la que Antonio Galvañ se toma el proceso compositivo, pero lo que sí sabemos es que hasta ahora había dispuesto de bastante más tiempo para alumbrar un Lp. Dieciocho meses, ese es el tiempo pasado desde la publicación de La Fotaleza de la Soledad, algo que para algunos podría ser una eternidad, pero que para Parade es un breve espacio de tiempo para dar continuidad a su carrera. Así pues nos parece perfectamente lícito (el don de la infalibilidad sólo pertenece a Dios) que algunos hayan podido dudar de Materia Oscura, aún sin haberlo escuchado, sospechando encontrarse con un disco más liviano de lo habitual. Para no mantener ni un segundo la duda, después de un buen número de escuchas desde aquí podemos decir que no, que Materia Oscura no muestra el más mínimo atisbo de precipitación. Pero para ello aportaremos una prueba, que no es otra que (empezamos por el final, sí) Partidario del Desierto, tema que cierra el disco y que desde ya mismo reivindicamos como una de las mejores piezas compuestas jamás por Antonio Galvañ. Absolutamente poética, incluso onírica, nos complace de principio a fin, emocionándonos como hacía mucho que ningún otro tema lo lograba. La imaginación vuela siempre que hablamos de las letras de Parade, pero esta magnífica Partidario del Desierto nos traslada del inmediato a las Crónicas Marcianas de Ray Bradbury, como ya lo hizo El Picnic (tema de Consecuencias de un Mal Uso de la Electricidad) de la que podría ser su perfecta continuación.

Después de esta pequeña alteración en el lógico orden que debería guiar nuestro comentario, volvemos al principio del disco para comenzar su degustación con No Más Rocanrol, pieza que aquellos que hayan asistido a los últimos conciertos de Parade recordarán perfectamente por haberse convertido en una de las canciones de efecto más instantáneo de su repertorio. No Más Rocanrol no se detiene en lindezas, apostando por lo inmediato y convirtiéndose desde la primera escucha de Materia Oscura en uno de sus más claros hits, incitando sin disimulo al baile. Siguiendo su estela nos encontramos con otro tema tremendamente accesible para el que descubra por primera vez a Parade, El Dolor del Espacio (ritmo semi chinesco incluido) apuesta por el Pop más desenfadado, ayudado sin duda en esta labor por la inclusión (diríamos que por primera vez) del sonido de una batería real, que añade presencia al sonido de las canciones de Antonio Galvañ, como ya lo hizo con anterioridad la guitarra de Eduardo Piqueras.

Las aguas vuelven a su cauce natural en ¿Eres Un Robot?, otro de esos temas que destacan rápidamente gracias a una letra que no deja de tener un trágico sentido del humor. En ella un robot se empeña en explicar a una desilusionada mujer y su hijo que las críticas y quejas que vierten sobre su naturaleza electrónica son consustanciales a su origen. Una máquina nunca podrá sustituir al hombre. Nunca Bailo, El Muerto Despierto e Innsmouth continúan apostando por el humor, trágico, macabro o resignado, pero divertido en todo caso. Nunca Bailo es todo un homenaje al sonido discotequero presente en la infancia de aquellos que ahora vislumbramos el horizonte de los cuarenta, en El Muerto Despierto un fantasma contempla su propio funeral, mientras que Innsmouth revela como una fiesta de antiguos compañeros del colegio (de esas de la que hay que huir) se acaba convirtiendo en perdición y muerte para su protagonista sin que el oyente pueda dejar de reír ante el infortunio de nuestro héroe.

Transplutonia y Un Roto, Un Descosido son perfectas y clásicas canciones Pop, entendida en el más amplio sentido del término. Como si Parade nunca hubiera descubierto los sintetizadores y todos los juguetes con los que lleva tantos años divirtiéndose. Guitarras, piano, batería…Parade antes del nacimiento de Parade conocido, podríamos decir. El resultado no es otro que un nuevo single perfecto (Transplutonia) a extraer de Materia Oscura, quizás el más claro junto con el anteriormente citado No Más Rocanrol.

A estas alturas de la escucha nos damos cuenta de que estamos dividiendo la escucha en grupos de canciones, algo que no habíamos hecho hasta la fecha cuando hablábamos de un nuevo trabajo de Parade. Quizás no sea algo más que una anécdota, pero lo cierto es que cada vez nos parece más clara la afinidad entre ciertos temas, encontrándonos con una pluralidad de ambientes cohabitando en un mismo disco. La nueva fase de Materia Oscura comienza con El Hombre Con Una Bala en el Corazón, homenaje a Gino Paoli, conocido por sus numerosas participaciones en el Festival de San Remo y por ser un suicida sin éxito. La Muerte Enamorada es otro de esos momentos especiales de todo el disco, su letra original y oscura a la par nos traslada a la literatura gótica de S.XIX, mientras que musicalmente nos deleita con un estribillo Pop de los más sesentero. Cerraremos (casi) nuestro repaso al disco con Bela y Boris (Amor a la Inversa), que junto con la pieza anterior se muestra como tema de difícil acceso para aquellos que se decanten por Materia Oscura para la primera toma de contacto con la música de Antonio Galvañ.

Aún es pronto para calificar Materia Oscura, para decir si es mejor o peor que cualquier otro de los trabajos de Parade. Estamos ante un grandísimo disco del que para nosotros es el mejor cantautor que hay ahora mismo en España, pero también estamos ante un disco diferente de Parade, en especial por los distintos ambientes que se respiran en su interior, un trabajo que aporta un soplo de aire fresco a una carrera que no lo necesitaba, pero que nunca hay que desdeñar.

Materia Oscura será publicado oficialmente y estará disponible en tiendas el próximo 11 de Abril, no obstante puede comprarse ya mismo con una oferta de lanzamiento en la tienda de Jabalina Música, pudiéndose conseguir tanto en Cd como en Vinilo, con la inclusión de un tema extra –El Viajero del Tiempo– en el Lp. Así mismo se puede escuchar íntegramente el disco a través de Deezer.