Resulta curioso comprobar cómo podemos cambiar de opinión y al mismo tiempo mantener la idea que teníamos en mente tiempo atrás. En estos días de asueto dedicamos algunas horas a repasar discos que por una u otra razón no han conseguido conquistarnos en una primera escucha. El frenético ritmo de vida actual, y más todavía la constante avalancha de nuevas publicaciones, hacen que con relativa frecuencia pasemos por alto trabajos meritorios que sufren las consecuencias de una escucha apresurada. No hace mucho el sitio amigo Lito Music daba noticia de la próxima publicación de un disco por algunos muy esperado, el debut largo de los británicos Pocketbooks constituía una esperanza para aquellos que hemos ido siguiendo los sencillos que la banda ha ido publicando desde sus orígenes. Las alabanzas vertidas en Lito Music sobre Flight Paths nos impulsaban a participar para manifestar nuestra disconformidad frente a un disco que se nos antojaba decepcionante. Sin embargo todo este asunto no hizo más que aflorar las dudas acerca del trato dado a una banda que nos impulso a escribir una elogiosa crítica de su mágnifico 7” de presentación. Cross The Line supuso en su día un verdadero soplo de aire fresco para ese Indie Pop de raíz desenfadada que añoramos en todo momento.

Lo cierto es que todavía faltan unos cuantos días para la publicación de este Flight Paths, pero cualquier interesado en la música de Pocketbooks sabe que los enlaces para hacerse con el disco de estos chicos (y chica) andan pululando por Inet desde hace más de un mes. Semejante generosidad no puede ser más que recompensada el día que Flight Paths esté disponible en las tiendas, aunque quizás esta recompensa no tenga tanto que ver con la generosidad del grupo, sello, o algún fan descarriado de la banda, como con la calidad que se aprecia en las once composiciones que aquí se alojan, once temas que el buen aficionado a ese Indie Pop resultón y directo que Pocketbooks practican sabrá apreciar si sabe esperar el tiempo necesario para que estas píldoras repletas de melodía y chispa surtan todo su efecto. Porque estas canciones tan solo están pidiendo unas pocas escuchas para revelar que muchas veces el secreto de la conquista está en la sencillez, y en una naturalidad que afortunadamente no escasea en estos cortes. Es probable que más de uno encuentre algo de Housemartins, o la desfachatez de los Fat Tulips, incluso la frescura de los más amables y primerizos Comet Gain. Todos ellos y otros muchos grupos vienen a nuestra mente cuando Flight Paths suena, haciendo que quede lejano aquel primer Proofreading que parecía hacer del lo-fi una seña de identidad que aquí afortunadamente ha desaparecido.

Conscientes de que su 7” de debut para Atomic Beat Records fue su golpe de suerte y carta de presentación para sobresalir por encima de toda la caterva de indie kids con grupo que pululan por las islas británicas, Pocketbooks optan por incluir en su trabajo largo de debut las dos canciones que aquel pequeño vinilo presentaba. Cross The Line sigue resultando un pleno acierto, ese piano inicial que pide el acompañamiento de unos tímidos vientos triunfa sin remedio. Su ritmo juguetón, su aire jangle, ese dúo chico-chica a las voces….resulta difícil no resaltar con semejantes bazas. Every Good Time We Ever Had era la compañera perfecta, dándole protagonismo a una voz femenina candorosa que guiaba con firmeza una composición que deparaba muchas más sorpresas de las que correspondía a un inocente grupo indie pop, sucediéndose multitud de detalles que hacían del tema una pequeña joya. Después de esto no es de extrañar que se obvie incluir aquí composición alguna de Waking Up, un segundo Ep resultón pero sin la gracia de su antecesor. Dándose a partir de este momento a composiciones de nueva factura, Footsteps parece tomar la rítmica de unos primerizos Comet Gain, situándose como pieza estelar del álbum y encargándose de abrir fuego en forma de single extraído para presentar al grupo con su nuevo Lp. Uno de los fuertes de Pocketbooks está en esos teclados que utilizan con profusión, y aquí no se olvidan de ellos, protagonizando un precioso crescendo que da paso a una trompeta que nos transporta al Pop de unos cuantos años atrás. Fleeting Moments le sucede de manera vertiginosa para situarse como una de las piezas favoritas del álbum en virtud de un inicio trepidante al estilo de The Lodger. Está claro que entre las canciones ya conocidas y estos dos primeros asaltos nuestras ansias por seguir descubriendo nuevos temas no hacen más que acrecentarse; Camera Angels cambia el registro vocal, con una voz masculina perfecta para un medio tiempo que nos dará los segundos necesarios para abordar la placidez de The Outskirts Of Town y poder así saborear la dulzura de este bonito tema. Skating On Thin Ice suena a ese Pop adulto que Paul Heaton eligió para continuación de los Housemartins, el experimento agrada por cuanto nos muestra a la banda moviéndose en un terreno no habitual que se atisba como continuación lógica para la evolución que algún día el grupo pueda seguir. Pero como hoy toca celebrar la juventud pronto aparece I’m Not Going Out para hacernos bailar sin descanso, adivinándose si no la pieza estrella del conjunto, sí la que más será pinchada en los clubs indies de medio mundo. Sweetness And Light vuelve a apostar por la madurez, mientras que Paper Aeroplanes juguetea con la bossa y All We Do Is Rush Around cierra el disco con la dignidad de los que se saben superados pero no cejan en el empeño.

Flight Paths será publicado el próximo 13 de Julio por How Does It Feel To Be Loved?, situándose desde ya mismo como uno de los mejores Lp’s de Indie Pop del presente año, toda una golosina para adultos a la que resultará muy difícil resistirse.