El inicio de una afición suele transformarse en una experiencia absolutamente absorbente para el individuo. Así, en la adolescencia, el descubrimiento de la música suele convertirse en objeto de voraz militancia llegando a significar más la propia filiación que la figura (música) a la que se ésta se adscribe. El apetito es insaciable en esta etapa, creyéndose uno capaz de asimilar todo aquel sonido al que se llega y no dejando escapar nada en esa nueva labor de investigación y descubrimiento. Con los años llega el lógico abandono de una afición que para la mayoría se convertirá en sinónimo y recuerdo de juventud, pero para algunos afortunados la música será compañera viaje a lo largo de los días.

Toda relación cambia y madura de maneras muy diversas, y lo lógico es que al cabo de los años nos abandone esa excitación inicial que, años atrás, sentó las bases de nuestros gustos. Pasando a importar más un buen conocimiento de lo que se escucha a que éste sea vasto e ilimitado. Consecuencia lógica resulta encontrar que al cabo de un tiempo nosotros mismos nos negamos la posibilidad de investigar en ciertos lugares atípicos y lejanos. Así, el Pop normalmente proviene de lugares tan comunes como U.K., América y quizás Japón, esa anomalía que ya hace tiempo dejó de serlo. Pero esto no es así, hace años Acid House Kings publicaban su Play Pop Ep en Marsh-Marigold, y ahora ese país es una de las mayores fuentes de satisfacción para el seguidor del Pop (Indie), las distancias ya no son las de antaño y pueden aparecer buenos grupos en los lugares más insospechados.

Esta semana gracias a la amabilidad de Fruit Records he descubierto a Serenaide, y como AHK creo que es el primer grupo de su país, en este caso el pequeño Singapur, que llega hasta nosotros. No sé si este será un primer paso que nos lleve en un futuro a descubrir un nutrido grupo de artistas provenientes de aquel punto del globo terráqueo, pero en todo caso se trata de una muestra y evidencia de que jamás hay que desestimar la posibilidad de encontrar buena música en cualquier parte ya que este mundo hace tiempo que se nos quedó pequeño.

The Other End of the Receiver supone el debut discográfico de Serenaide, cuarteto asiático que en un primera escucha podría pasar por tratarse de un brillante ejercicio revisionista del Pop independiente británico de la segunda mitad de los 80’s. Es un lastre con el que la banda deberá luchar para tratar de desprenderse de tan pesada carga en futuras publicaciones. Y es que lo fácil para el crítico de la banda sería cargar contra un excelente tema como The Hands of the Doctor, notable pieza que queda completamente desvirtuada por culpa de una voz que anula los méritos del tema al querer emular de modo descarado la forma de cantar de Morrissey. Otras similitudes no son tan descaradas ni gravosas para el grupo, como las que se desprenden de The Sweetest, que rápidamente nos trae a la memoria a The Morrisons o The Desert Wolves, que bien pudieran haber interpretado el tema.

Después de esas dos primeras piezas del disco nos queda claro que el punto de partida del grupo se sitúa en la parte elegante del C-86, pero todo queda ahí, en unas bases que no deben anular el estupendo debut de Serenaide. Todo grupo es deudor de sus influencias, así que no veo problema en que en un principio estas sean obvias cuando dan resultados tan válidos como Furry Animal Fury en los que nos parece estar escuchando a Jarvis Cocker al frente de unos Pulp en estado de gracia.

Pero también encontramos, y de ahí la esperanza en el futuro, grandes canciones que consiguen desprenderse de influencias y dan lugar a un estilo más personal con resultados como The Girl from Katong, hit que nadie debiera de perderse, con la estructura más compleja del album. Lonely Bedroom Encounters no le va a la zaga, elevando el tono emocional del disco y dando paso a una segunda parte del disco que mantiene el nivel con preciosidades como Midnight o Would You LikeTo Hear It Too?. Y es que al cabo de varias escuchas de The Other End of the Receiver llegamos a la conclusión de que si el grupo hubiera decidido alterar el orden de los temas en el disco, situando las dos primeras canciones en otro lugar, muchos de los prejuicios que perjudican al disco desaparecerían mostrándose ante nosotros un disco mucho más personal de lo que en un principio parece.

En conclusión, un muy recomendable punto de partida para Serenaide que esperemos se vea confirmado con un pronto segundo álbum. Satisfacción asegurada para todos aquellos amantes del clásico Indie Pop (o sin el Indie delante) de guitarras y bonitas melodías. El disco está publicado por Fruit Records y se puede conseguir en su página web.

In the beginning, a liking usually turns into an absolutely absorbing experience. So, during the adolescence, music discovery usually turns into object of fierce membership. The appetite is insatiable in this moment, and, you think that you are able to assimilate each sound, and nothing scapes from that investigation task. In the following years we reach the natural renouncing of a liking that will become a youth memory. But, for a few lucky persons music will be a longlife friend.

Each relationship changes and matures in different ways, and it’s natural that after years we are left by that initial excitation that last years laid our liking foundations. As a natural consequence, after years, we refuse to investigate some atypical places. Pop usually comes from such typical places as America and perhaps Japan (nowadays it’s not an anomaly). Years ago, AHK published their Play Pop Ep with Marsh-Marigold, and now in that country we can find one of the biggest sources of satisfaction for Indie fans. Distances are not the same that years before and we can find good groups in unsuspected places.
This week, thanks to Fruit Records courtesy, I have discovered Serenaide and, as AHK, I think they are the first group we can discover from a small place as Singapore. I don’t know if it’s a first step towards discovering a big group of artists who come from that point in the globe, but, anyway, They evidence that we must never look down on the possibility of finding good music everywhere.

The Other End of the Receiver is the record debut of the Asiatic quartet Serenaide. In the first listening we could think that It’s a brilliant revisionist exercise about Indie British Pop in the second half of 80’s. The group must try to shake off this heavy load in future publications, because, It would be easy to charge against a brilliant theme as The hands of the Doctor, song which is gone off by a voice which anullifies the theme merit because it imitates Morrissey singing. Other resemblances are not so evident, as in The Sweetest, theme which reminds us of The Morrisons or The Desert Wolves, who could have performed the theme.

After these two first record songs, the starting point of Serenaide is the tasteful part of C-86, but their bases must not anullify the great debut of Serenaide. Each group is indebeted to their influences, so, I think the fact that these influences are evident in the beginning is not a problem because we have a great result as Furry Animal Fury, It seems that we are listening to Jarvis Cocker with the best Pulp.

But we also find (and that’s a great hope for the future) great songs which get shake off influences and give rise a personal way with results so goods as The Girl from Katong, hit that nobody should miss, with the most complex structure in the album , whereas Lonely Bedroom Encounters raises the emotinal record tone and gives raise a second part that maintains the level with so beautiful themes as Midnight or Would You Like to Hear it too?.

After several listenings to The Other End of the Receiver we reach the conclusion that if the group had decided to change the themes order (and the two first songs were located another place) many prejudices which damage the record would disappear, and we would discover a much more personal record.

To sum up, It’s a very recommendable starting point for Serenaide, and I hope it’s confirmed by the second album. Satisfaction is assured for everyone who loves classic Indie Pop with guitars and beatiful melodies. The record is published by Fruit Records and you can get it in their web.