Aquellos que nos siguen desde hace tiempo saben que no son los discos recopilatorios uno de nuestros platos preferidos. Y no porque la unión de diversos artistas en un mismo trabajo nos resulte a priori algo insustancial, todo lo contrario, si no más bien porque a lo largo de los años han sido muchas las discográficas que han utilizado esta fórmula para hacer caja sin preocuparse en exceso de la calidad y homogeneidad del contenido de los discos recopilatorios.

Tiempo atrás, tanto que hasta nos entra un escalofrío al darnos cuenta de los años que llevamos comprando música, los discos recopilatorios (entonces forzosamente en imperecederos vinilos) eran una de nuestras mayores fuentes de conocimiento. La información era escasa, y tener una buena muestra de la música de diez o doce bandas por el módico precio de poco más de mil pesetillas, resultaba siempre algo apetitoso.

Matinée Recordings es probablemente el mejor sello Pop que existe en la actualidad, su catálogo ha sido compuesto con un buen gusto con el que otros pocos sellos resistirían comparación, pero ha sabiendas de que aquellos que todavía compramos discos buscamos un producto perfecto, el sello estadounidense siempre ha cuidado el diseño de sus trabajos al máximo, haciendo que su catálogo suponga un verdadero disfrute tanto para la vista como para el oído. Y siguiendo con esa manera de hacer bien las cosas, Matinée nunca ha dejado de lado o ha menospreciado el valor de un buen recopilatorio, un producto útil tanto para aquel que pretende un primer acercamiento a la música del sello, como para aquellos completistas que queremos tener en casa todas las referencias puestas a la venta por uno de nuestras discográficas favoritas.

El último fruto de este buen hacer con los recopilatorios supone la referencia número 50 del catálogo de Matinée Recordings, un disco que con el título de The Matinée Grand Prix nos acerca a muchas nuevas piezas de once de las bandas que han publicado trabajos hasta la fecha en el sello de Santa Bárbara.

Este Grand Prix se abre con otra preciosa (y van…..) canción a cargo de los daneses Northern Portrait, Stirling Moss no decepcionará a los seguidores de esos obsesos buscadores de la melodía perfecta. Sin embargo Stirling Moss goza de una intimidad y melancolía que alcanza las cinco estrellas, una pena no ver incluida esta pequeña joyita en su reciente Criminal Art Lovers. A continuación Strawberry Whiplash se descuelgan con un adictivo Boy In The Bubble Car, si Bubblegum Lemonade nos gustan, la composiciones de Laz junto a la voz de Sandra hacen que los escoceses suban enteros respecto a su primero disco de hace un par de años. Get-To-Bed Birds no es una de las mejores composiciones de The Lucksmiths, pero sí la última, y esto, unido a la buena forma siempre mostrada por los australianos, hace que haya que detenerse para hacer una atenta escucha de la despedida de un grupo que nos ha dado tantas alegrías a través muchos años. Sin embargo el tiempo para la nostalgia debe ser el justo, el mundo no se para por nadie, y The Electric Pop Group dejan aquí un Believers que bien pudiera ser la respuesta a aquellos que menosprecian el valor de unos suecos que a sabiendas de sus limitaciones, siempre dejan buenas melodías tras de sí. A Clay Hips les toca dejar bien alto el pabellón del tecnopop (o europop) con un Disappointed que es pura ensoñación y da unas ganas locas de bailar, recordando el acercamiento más intenso de Field Mice a la electrónica. Tender Trap (o Amelia Fletcher, vamos) llevan muchos años en esto de la música, y crear un tema correcto nunca les resultará difícil, y eso es Danger Overboard, sin más, lo cual nos deja con un sabor de boca ciertamente agridulce. Simpático es, de todo el catálogo de Matinée, la única banda que no ha logrado calar en nosotros, y Australian Idle no va a cambiar esta percepción que tenemos del grupo. Todo lo contrario que nos pasa con Cats On Fire, a los que caímos rendidos desde les conocimos, The Hague es el single digital que publicó el grupo hace un par de meses, y sólo puede conseguirse en soporte físico a través de este Grand Prix. Llegado este momento encaramos la recta final del recopilatorio con tres apuestas seguras; Bubblegum Lemonade, Math And Physics Club y The Guild League. Laz firma Cuts Like a Dream, una tonadilla discreta pero encantadora que hubiera encajado a la perfección en cualquiera de los discos de Bubblegum Lemonade, Maths and Physics Club dejan I Keep To Myself, pieza en clave electrónica que como pequeña extravagancia o anécdota de un grupo del que esperamos con impaciencia su segundo trabajo largo. Despidiendo este gran premio la elegancia de The Guild League, que con Bookmark nos dejan tan encandilados como siempre, el aire cálido y romántico de esta pieza se nos antoja como la mejor manera de finalizar un recopilatorio que alcanza una nota altísima, y resulta de obligada adquisición para todo aquel seguidor de los sonidos de un sello que no para de darnos alegrías, habiéndose convertido desde hace mucho tiempo en una de esas pocas apuestas seguras que todavía existen.