Por mucho que nuestra memoria albergue cientos o miles de canciones y discos, para muchos parece que lo único que importa es el próximo descubrimiento, el siguiente flechazo. Siempre puede optarse por quedar anclado en el pasado, rebuscando viejas canciones que completen nuestras colecciones, pero el momento más divertido es el del asombro, esa nueva sensación que hace surgir el mágico momento en el que sólo importa una nueva melodía. Últimamente tan ocupados andamos persiguiendo una lista interminable de nuevos discos que aguardan nuestra atención, que el pasado ha quedado algo olvidado, cuando quizás sea el origen de esto que lees habitualmente. Es por ello que hoy nos maravillamos ante la coincidencia que hace que pasado y presente vengan a nosotros de la mano de Kevin McGrother.

Kevin McGrother, un nombre por completo desconocido, lo sabemos. Al igual que sus anteriores aventuras Just Like Alice y Tickety-Boo, que probablemente ni los más listos de la clase recordarán, aunque la última algún día estará incluida en alguno de los recopilatorios The Sound Of Leamington Spa, razón más que suficiente para que alguno empiece a leer estas líneas con mayor atención de la prestada hasta este momento. Y es que Kevin McGrother era el principal responsable de estos minúsculos y oscuros grupos que nadie echa de menos, pero que a partir de ahora más de uno buscará con ahínco en eBay para dejarse una cantidad absurda de dinero por el único Ep. de Tickety-Boo. Craso error, Kevin McGrother vuelve con nosotros, vuelve con su pasado pero lo hace presente a través de una estupenda colección de canciones agrupadas bajo el título de Living In An Enid Blyton World. Diez canciones que en principio parecen constituir un escaso legado musical para veinte años de amor por la música, pero que van creciendo con las escuchas hasta constituir un verdadero homenaje al Pop independiente de los 80’s. Aquí están esas guitarras juguetonas, esas alegres trompetas, esas melodías de infarto, pero también hay lugar para la melancolía, para la ternura, para el amateurismo apasionado….en resumen, aquí están Jazz Buther y Max Eider, pero también están muy presentes The Hit Parade, y Harvey Williams o Another Sunny Day, y mencionamos a todos conscientes de que cualquier comparación con ellos es arriesgada y bien puede dejar en mal lugar a nuestro hombre, pero cualquiera que se deje seducir por la música de Living In An Enid Blyton World se reencontrará con éstos y otros muchos antiguos conocidos.

Kevin proviene de Teesside, y en este disco parece empeñado en perfeccionar ese Pop genuinamente británico de inspiración clásica. I’m Glad I’m Not Like You representa a la perfección ese clasicismo, esas primeras notas de guitarra apoyadas por la trompeta, la pausada voz de Kevin McGrother (recuerdos de Brighter durante los primeros segundos) y un súbito cambio de ritmo que nos lanza de la mano de una contagiosa sección rítmica que explota en un estribillo donde una voz femenina ofrece el contrapunto perfecto. Primer asalto, arrebato y rendición incondicional para cualquier apasionado del Indie Pop de siempre. Hemos puesto el disco sin esperar nada de él y los nervios afloran al pensar que la primera pieza puede no ser fruto de la casualidad, pronto llega Haircut Of The Century para confirmar nuestras mejores sospechas, de nuevo un piano acompañado por una elegante línea de guitarra con ciertos aires jazz y la voz de Mary Joyce ayudando a Kevin McGrother a crear un ambiente inmejorable. Como no hay dos sin tres A Week Of Wednesdays sigue ahondando en la mejor tradición Pop, si la anterior canción nos hacía pensar en Housemartins aquí pensamos en Julian Henry. Stephen corta súbitamente el ritmo, sombría en primera instancia, triste en general, entretiene por una bonita letra que sin embargo no hace olvidar los cortes anteriores. De este modo a continuación damos al bienvenida a Living In An Enid Blyton World, canción de título encantador que a muchos nos transporta treinta años atrás, a una niñez en la que los libros con las aventuras de Los Cinco eran protagonistas de todas las tardes. Después de escuchar una de nuestras canciones favoritas del álbum pasamos a Summer Starts On Sunday, un medio tiempo que Kevin se dedica a enriquecer a base de multitud de pequeños detalles que se suceden a lo largo de todo el tema. Aquí de nuevo hace acto de aparición Mary Joyce, convirtiéndose definitivamente su voz en señuelo que nos obliga a escuchar repetidamente todas las canciones en las que participa. La orquestal Turn Your Life Around se vuelve un contínuo crescendo donde campanas y trompetas darán paso a la tierna The Night I Met Tracey Emin. Llegados a este punto nos damos cuenta de la brevedad del disco, apenas media hora de la que tan solo nos resta por escuchar The Same Old Story, una bonita pieza que nos lleva directamente a los trabajos publicados por Harvey Williams, y You’ll Never Know que guarda la sorpresa de alzarse con el premio al tema más resultón de todos los compuestos por Kevin McGrother, despidiéndonos del autor sumidos en un baile que tan solo interrumpimos para unirnos con nuestra voz su estribillo, impensable una despedida mejor.

A estas alturas huelga decir que este trabajo de Kevin McGrother nos ha encantado, siendo como somos amantes del pasado y obligados devotos del presente, Living In An Enid Blyton World enternece por traernos en pleno 2008 canciones que veinte años atrás nos hubieran conquistado con la misma fuerza con la que lo han hecho ahora, sin que por ello parezcan un vestigio de otro tiempo. Resulta más que obligada una visita al myspace de Kevin McGrother, para escuchar sus canciones y comprar este disco recién publicado por un más que razonable precio, aunque antes advertiremos que aquel que opte por comprar el disco recibirá el mismo en una fundita de cartón, de bonito diseño pero poco práctica y susceptible de deteriorarse con el paso del tiempo.