Quizás la historia de Nosoträsh, por aquello de ser españolas, pueda resultar mucho más familiar para muchos de los que van a leer estas líneas. Los más veteranos recordarán cómo estas asturianas se colaron en casa a través de Voy a Aterrizar, tema casi olvidado en los días que corren pero presente durante largo tiempo en todo sarao indie que se preciase. Nosoträsh eran un grupo de chicas en medio de la explosión independiente española de los 90’s, y este hecho que en principio no debiera resultar llamativo jugó a su favor, si no para el oyente, sí para los pocos medios que recaían en la incipiente aunque endeble escena de aquellos años. Así, a fuerza de múltiples escuchas de Voy a Aterrizar, tema de frescura e indudable gancho melódico, Nosoträsh fueron haciéndose populares, hasta llegar a ganar el concurso de maquetas que anualmente organizaba la revista RDL, lo que les llevaría a fichar por la todopoderosa RCA.

Su historia, como comentábamos, resultará familiar para muchos y no es necesaria repetirla (para el que quiera conocerla pormenorizadamente puede acudir a esta web), a estas alturas pocos serán los que no posean alguno de los discos de Nosoträsh. Lo cierto es que la carrera de las chicas ha ido en continuo ascenso y cada uno de sus discos, con una debida contextualización, son únicos e irrepetibles, resultado el producto tanto del momento particular que sus protagonistas vivieron en el instante de su producción, como de una evolución musical que fue abriendo poco a poco nuevas puertas que conducían a paisajes diversos. Sin embargo es esta continua evolución en el sonido del grupo la que ha propiciado una clara división de la discografía de Nosoträsh, marcada por el punto de inflexión que supuso la publicación de Popemas, que conducirá a un ensalzamiento no desmerecido pero sí exagerado de sus últimos dos trabajos y al olvido, incluso renegación por parte de algunos, de los primeros discos de las chicas. A nadie escapan las virtudes que Popemas o Cierra La Puerta Al Salir ponen sobre la mesa, ambos discos presentan letras de verdadera altura, brillantez compositiva, ambiente exquisito y, en general, un ambiente que la intelectualidad indie puede abrazar sin disimulo y con orgullo, seguros del mayor valor de manifestarse públicamente seguidores de discos irreprochables y aceptados unánimemente por los oídos más experimentados, y una crítica siempre ávida de ensalzar giros que releguen al pasado actitudes y expresiones musicales más obvias. Nada que objetar, por aquí no se comparte esa actitud, pero tanto Popemas como Cierra La Puerta Al Salir son discos indiscutibles y se presentan como dos trabajos a guardar en el recuerdo como integrantes del grupo a seleccionar entre lo mejor de la producción discográfica española de las últimas dos décadas. Pero sería del todo injusto olvidar una primera etapa también repleta de aciertos, más obvia y convencional, marcada por unos inicios en continuo aprendizaje, con un claro primer paso (olvidaremos muestras iniciales en forma de Ep) con Nadie Hablará de Nosoträsh que se verá confirmado en el deslumbrante Mi Vida En Un Fin De Semana.

Mi Vida En Un Fin De Semana resultó la culminación de todos los esfuerzos e ilusiones del grupo en unos primeros años, resultando el perfecto trabajo al que Nosoträsh podían haber llegado desde el estilo que marcaba su punto de partida; un Pop de gesto amable, cierto regusto por una dulzura que no lo es tanto, y con una permanente búsqueda de letras que iban un poco más allá de una primera y apresurada lectura. Nadie Hablará de Nosoträsh era un disco de tremendas canciones arruinadas en mayor o medida por una producción (ese toque multinacional de RCA) que superaba el espíritu original de las canciones, desvirtuando y estropeando en algunos casos unas estupendas versiones maqueteras que eran las verdaderamente apreciadas por el fan del grupo. Por fortuna la banda, viendo el resultado de esa primera experiencia en multinacional, intenta el salto a la independencia propiciada por las ansias de Elefant por captar al grupo, así nacerá Mi Vida En Un Fin De Semana, comenzando así el verdadero despegue artístico del grupo. Este segundo trabajo es recibido por los seguidores de Nosoträsh con incredulidad ante el maravilloso resultado que el cambio de aires discográficos supone para las chicas, producido discretamente por un reputado Ian Catt que se limita a respetar la idea original de la banda centrándose en pulir todos y cada uno de los instrumentos, aportando esa chispa que tanto se echa de menos en su trabajo de debut en RCA. Sin embargo, y por mucho que el nuevo sonido del grupo deslumbre, la verdadera baza de Mi Vida En Un Fin De Semana se encuentra en las canciones contenidas en el disco, el grupo se muestra a años luz del pasado, perfeccionando en extremo la formula ya conocida (de ahí el cambio de Popemas, incapaces de dar una nueva vuelta de tuerca al sonido, optan por el cambio) basada en un Pop vital y optimista que ahora en lo que respecta a las letras cambia, dotando a muchas de las canciones de un tono irónico desconocido hasta el momento. Y he ahí la genialidad de este disco, Nosoträsh bordan las letras alejándose de la imagen cultivada hasta el momento, madurando a cada corte que pasa y firmando un disco absolutamente imprescindible que saca la cabeza por encima de la mayoría de bandas compañeras de generación.

La tarea más difícil a la hora de enfrentarse al disco bien puede ser la de destacar alguna canción por encima de las demás, disco perfectamente cohesionado, discurre de principio a fin con una fluidez que dificulta resaltar pasajes concretos del mismo. En la práctica, todas las canciones tienen su encanto y pueden convertirse en favoritas por un tiempo, desde ese Chico Escaparate que abre el disco con una aparente placidez que se torna pura ironía en su desarrollo, para continuar con una sucesión de temas que se cuentan por aciertos; empezando por una amena Rara Sensación, para seguir con Entertaiment, donde el trabajo de Ian Catt se hace más evidente y los pequeños detalles van multiplicándose, Hacia El Sur marca uno de los puntos álgidos del disco con su historia de distanciamiento (en todos los sentidos) y desamor bordado por un estupendo trabajo a las voces que se convierte en uno de los protagonistas del disco, El Enemigo En Casa consigue dulcificar en cuanto a las formas una temática tan dura como la del maltrato conyugal. Reincidentes es, sencillamente, uno de los mejores temas del año de publicación del disco gracias a la que probablemente es la mejor letra de Nosoträsh hasta el momento, dando paso a un sano sentido del humor que llega de la mano de Maldito Espejo y la preciosa balada de Pijama Para Dos que analiza las dudas del día después. Llegados a este punto hemos pasado el ecuador del disco sin un solo segundo para un sentimiento de decepción que en realidad no llegará nunca, ya que la tónica se prolonga hasta la última de las canciones de este segundo Lp, Si Es Que Hay Suerte nos enseña el mejor trabajo vocal de las chicas, que interpretan con encanto esta historia de triunfo favorecido por el paso del tiempo sin disimular cierta mala baba tan necesaria en muchos momentos de la vida. Montaña Rusa es un hit propicio para el baile, mientras que Caperucita y Gato Al Sol cierran el disco, la primera recurriendo de nuevo a las relaciones de pareja, y la segunda anunciando el giro que vendría con Popemas, y un ambiente de pura instrospección propiciado por el sonido de ese cello que tanto nos recuerda algunos temas de Le Mans.

Mi Vida En Un Fin De Semana, en pura justicia, ha de ser reivindicado como uno de los mejores momentos de Nosoträsh, y no solo en cuanto a lo creativo, puesto que esta etapa también coincide con los mejores conciertos del grupo a los que algunos hemos podido asistir. Como anécdota personal, unas horas antes de terminar de escribir estas líneas tuve oportunidad de cenar con algunos amigos, y saliendo a conversación Nosoträsh llegamos a la conclusión de que Mi Vida En Un Fin De Semana es probablemente nuestro disco favorito del grupo, por mucho intento fallido, y por mucho que le pueda pesar a toda esa crítica que ensalzó al grupo tras Popemas, y que ha olvidado sistemáticamente unos primeros años que encierran grandes pasajes de la historia de Nosoträsh.