Sin pretender hacer proselitismo consciente hacia aquellas propuestas de difusión más reducida, es cierto que los últimos comentarios vertidos en 360º de Separación tratan a temas y autores que por uno u otro motivo (lengua, formato del disco….) se hayan bastante lejanos del consumidor medio, no ya de música, si no de la música independiente. Así Sibiria nunca serán muy conocidos por utilizar el sueco en sus magníficas composiciones, ni las maquetas de Haiku serán escuchadas más que, con suerte, por unas pocas decenas de atentos oídos.

Pero aún sin pretender fomentar ningún tipo de culto a lo Indie en extremo, hoy daremos una vuelta de tuerca más a la vocación de este blog por intentar dar a conocer en castellano canciones o discos injustamente olvidados. Así es como hoy llegamos a descubrir las canciones de The Bedroom Singer, diminuto grupo sueco con una única referencia en el pequeño y, quizás irregular, sello Yellow Mica Recordings.

Llegamos a The Bedroom Singer a través de las conexiones de Erik Laquist, su único componente, con dos de las más reseñables bandas suecas del momento, Sibiria y Vapnet, de las que es miembro activo desde hace tiempo. Sin embargo The Bedroom Singer, a diferencia de sus otras bandas, utiliza el inglés para dar rienda suelta al Pop de tinte emocional y romántico (en cualquier sentido) que Erik Laquist despliega en el único Ep. que ha compuesto hasta la fecha, el brillante Your Lover From Berlin publicado en diciembre del pasado 2005 con dos únicas canciones en su interior. Dos canciones que justifican que el grupo no caiga en el olvido, porque con los menos de seis minutos de música desplegada entre los dos temas, The Bedroom Singer se ponen en el punto de partida de aquellos pequeños geniecillos a los que siempre se recurre cuando se habla de sensibilidad extrema y dominio de la melodía e historia, ya sea Keris Howard, Harvey Williams o Bob Wratten. Ya sé, ya sé que son palabras mayores citar a semejantes personajes, pero habrá que ir desmitificándolos algún día, y qué mejor manera que compararles con otros seres terrenales. Porque la deliciosa Your Lover From Berlin soporta perfectamente cualquier comparación, preciosa historia de amor (qué importa si correspondido o no) que a poco que uno se detenga a escuchar le recordará a alguna historia de Another Sunny Day con ese precioso estribillo sobrevolando una canción que no puede ser más encantadora con su teclado, esas guitarras sacadas del mejor pop y la gracia, marca de la casa de todos los grupos afines, que son esas palmadas incesantes. Hit inmediato en el que poca gente parece haber reparado un año después de su publicación, ni tampoco en That Old Fashioned Song, tema de corte más clásico, marcado por un órgano que se adueña de la canción y complementa a la perfección la amargura que transmite la voz de Erik. De nuevo suenan unas estupendas guitarras, que alejan al grupo de la probable etiqueta del bedroom pop a los que alguno podría asociarles al ver por primera vez el nombre del grupo.

La primera y única referencia de The Bedroom Singer todavía está disponible a través de Yellow Mica Recordings, dale una oportunidad a este clásico instantáneo del Pop minúsculo y sensible.