A veces se necesita de ese revulsivo que te obliga, si no a reaccionar, sí por lo menos a empezar a actuar. Y es que de igual modo que me dedico a loar las maravillas de la tranquila vida en pareja, pasan los días y sin quererlo me veo inmerso en muchos de los tópicos de la vida de un “Rodríguez”. Claro que uno al pensar en esa figura tan arraigada en el cine español de los 70’s sonríe al recordar las simpatías que cosechaba tan alegre personaje……pues no, nada más alejado de la realidad. La verdadera vida del “Rodríguez” es patética de principio a fin. Lo reconozco, soy un desastre, la casa está triste, la cama está sin hacer desde hace días, no pongo música al fregar los platos, ninguna película me contenta y hasta me da igual que mañana tenga que volver a la oficina. Y para terminar de rematar mi calamitoso estado anímico soy víctima de los efectos de una adelantada astenia primaveral que junto a un soberbio catarro me hace reptar del sofá a la cama y de la cama al sofá. Pero estad tranquilos, ya estornudo menos, espero que este sofocante calor de los últimos días marche algún día y lo principal, ella volverá pronto.

Mientras tanto había que buscar algo que sirviera para espabilarme y de paso con lo que actualizar 360º de Separación, y por fortuna no tuve que esforzarme mucho en buscar una idea ya que fueron The Happy Losers los que asaltaron mi mente mediante la agradabilísima noticia de su regreso, después de casi tres años sin saber de ellos. Y es que The Happy Losers están de vuelta en pleno 2007 con The Dream Is Saying Goodbye, un trabajo destinado fundamentalmente a sus viejos fans ya que reúne en su interior canciones antes solo editadas en vinilo, como sus dos primeros singles, y otras caras b y rarezas varias que seguro volverán a hacernos gozar con sus irrefrenables melodías.

Así, mientras esperamos la inminente publicación del que será su nuevo trabajo, podemos emplear el tiempo en rescatar los discos del cuarteto madrileño. Un grupo que partiendo de la idea de divertirse haciendo música mientras estudiaban en la universidad, consiguieron llegar a ser durante los primeros años del nuevo siglo uno de los mejores grupos de Pop españoles, siendo siempre fieles al sus planteamientos de origen que no eran otros que la búsqueda de fugaces temas Pop que bebían tanto de la música de los Beatles como del mejor Power Pop o algunas de las mejores bandas de los 90’s, ya fueran dulces como Teenage Fanclub o ásperos como Pixies. Es de esta manera como en una andadura de once años nos han dejado cuatro Lp’s que denotan un gusto por hacer las cosas poco a poco, sin prisa hasta conseguir el resultado buscado. Ya fuera a través de Maké em Laugh, un resultón debut que nos presenta a la banda cantando todas las canciones en inglés y con la mejor baza de unas melodías en las que las armonías vocales cobran un protagonismo que será seña de identidad en la música de los Happy Losers, se trata de un primer Lp grabado con las prisas propias de estos casos que nos muestra a una banda muy cercana al directo. Su continuación será el paso decisivo para la carrera de la banda, puesto que con Apple Taste sentarán las bases de su sonido, de nuevo las armonías vocales se presentan como el punto fuerte del grupo que las tratan como si de un instrumento más se tratase. Si a esto añadimos la búsqueda de estructuras un poco menos obvias de las empleadas hasta el momento y unos arreglos y producción más cuidada nos encontramos con un disco definitivo en su carrera. Como notas curiosas recordar ese Undone que es un guiño consciente a BMX Bandits e inconsciente a Beat Happening, y por otra parte destacar la introducción por fin de dos canciones en castellano que demuestran que la opción del inglés no es por la cobardía de una banda que desde el principio se atrevió a plasmar sus letras en los libretos de los cd’s. Harry, Beardo, Doc & Barry nos presenta a un grupo dedicado a pulir una personalidad definitivamente descubierta y afianzada con Apple Taste, es el disco más luminoso de la banda, repleto de pequeños himnos se convierte en el disco perfecto para escuchar cuando se anda falto de moral. El tímido pero definitivo trabajo de Michael Carpenter en la producción ayuda a convertir el disco en el más conocido para el público, llegando a cosecharse fans en sitios tan variopintos como U.S.A. o Japón, materializándose este interés en una pequeña gira americana. Y por último llegamos a Bubbles, del que todavía esperamos una continuación que este nuevo recopilatorio parece anunciar, Bubbles es eso que tarde o temprano acaba por llegar, unos lo llamarán madurez, otros experiencia, saber hacer las cosas……también es el disco más melancólico del grupo. Las melodías suenan igual, incluso mejor que nunca, pero la energía es otra, quizás se guarda ésta para los sentimientos vertidos en unas canciones que crecen, ahora más que nunca, con el paso del tiempo y que a casi tres años vista convierten a este disco en el mejor de un grupo que por entonces parecía en su mejor momento, y que de modo inexplicable, pasó desapercibido por el público al que parecía ir destinado.

The Happy Losers se mantienen fieles a su sello de toda la vida, Rock Indiana. De modo que este próximo The Dream Is Saying Goodbye se podrá conseguir a través de su web, como el resto de su discografía, al atractivo precio de 5 Euros. Esperemos que este nuevo trabajo no sea el epílogo a su carrera, sino más bien un punto de inflexión a partir del cual podamos escuchar un montón de nuevas canciones.